Todos hemos sentido la agonía de comer de más. ¿Pero tu dieta podría ser la culpable de artritis, dolores en los músculos, asma y trastornos de piel?
Los científicos vinculan nuestra selección de comida con el dolor que sentimos.
Por ejemplo, la revista American Journal of Clinical Nutrition reportó que los azúcares procesados y otros almidones altos en glucemia aumentan la inflamación del estómago, que origina enfermedades potencialmente mortales. La buena noticia es que podemos ayudar al sistema inmunitario a prevenir la inflamación crónica con un plan de comidas.
1. Elige un arcoíris
Rábanos rojos, tubérculos de color naranja, col morada y vegetales verdes son ricos en vitamina C y otros antioxidantes que amortiguan la inflamación. Enfócate en vegetales crucíferos (brócoli, coliflor, coles de Bruselas, col rizada, etc.), que contienen Indol 3 Carbinol, un antioxidante que estimula las enzimas desintoxicantes del hígado.
Deshazte de la harina y el azúcar
La harina blanca, un carbohidrato simple, se descompone en azúcar en tu boca con la ayuda de enzimas digestivas, así que guarda lo dulce para ocasiones especiales.
Y grandes cantidades de azúcar en la dieta aumentan productos finales de glicación avanzada, o AGEs (por sus siglas en inglés), una proteína unida a una molécula de glucosa, que resulta en proteínas dañadas y reticuladas.
A medida que el cuerpo trata de descomponer estos productos, las células inmunitarias secretan mensajeros inflamatorios llamados citosinas. Dependiendo de dónde ocurren los AGEs y de tu predisposición genética, eventualmente podrían resultar en artritis, cataratas, enfermedades cardiacas, mala memoria o arrugas en la piel.
Evita comidas a las que puedas ser alérgico
Comer alimentos a los que eres alérgico desestabilizan tu insulina y causan niveles bajos de azúcar en la sangre, lo que lleva a una mayor inflamación. Un nivel alto de insulina aumenta la hidrocortisona, tu hormona del estrés, lo cual causa que tu cuerpo retenga la grasa en lugar de permitirte quemarla para producir energía. El exceso de grasa en el abdomen es un indicador de inflamación crónica.
Las alergias a los alimentos también provocan que los mastocitos liberen histamina, causando el enrojecimiento y la hinchazón asociada con la inflamación.
Debes individualizar tu plan de comidas para evitar alimentos a los que eres sensible. Los alérgenos comunes incluyen avena, gluten, maíz, lácteos, azúcar y papas.
Come fuentes de proteínas magras
Frijoles, pollo, pavo y carne de animales silvestres (alces, bisontes, etc.) son grandes fuentes de proteínas magras. El equipo de investigación en la Escuela de Salud Pública de Harvard publicó un estudio en marzo pasado mostrando que el consumo de carne roja (carne de res, puerco y cordero) estaba asociado con un riesgo mayor de muerte temprana.
Más allá de la preocupación por el sodio o nitratos que contiene, la carne roja aporta altas cantidades de ácido araquidónico que pueden promover la inflamación. Otras fuentes de comida a considerar incluyen huevos y productos lácteos.
Cambia de aceite
Evita grasas trans refinadas, aceite omega 6 (soya, maíz y aceite de semilla de algodón) para cocinar y utiliza más aceite de oliva. El aceite de oliva es una fuente grandiosa de ácido oleico, haciéndolo un aceite antiinflamatorio poderoso.
Los investigadores españoles reportaron en el Journal of the American College of Nutrition que las personas que consumen ácido oleico tienen una mejor función de insulina y un menor nivel de azúcar en la sangre.
El ganado alimentado con pasto, las semillas de lino, chía y cáñamo, salmón o pescados más pequeños de agua fría como arenque, sardinas y caballa son las mejores opciones para alimentos antiinflamatorios y aportan altos niveles de energía.
Fuente: http://mexico.cnn.com