Por reglas de la madre naturaleza, todos los niños deberían de picar alimentos saludables como zanahorias y verduras crudas entre comillas. Quienes lo hacen, merecen un aplauso. Sin embargo, la mayoría de los niños, cuando las mamás se descuidan, corren a comer bocadillos hechos con ingredientes seductores y deliciosos, pero perjudiciales para la salud. Y es que es muy fácil dejarse llevar por los artículos comercializados con precios atractivos, etiquetas engañosas y la promesa de comodidad. Sin embargo, cuando los consumidores comienzan a investigar un poco, es cuando comienzan a tener una mejor idea de lo que está pasando dentro de los bocadillos que devoran. Lo que sigue es un resumen de algunos de los peores delincuentes. La lista no es exhaustiva, pero estos ejemplos nos dan algunas pistas sobre lo que debe tener en cuenta al pasar por el pasillo de aperitivos.
Galletas con queso. Mezclar galletas con queso suena bastante bien. Sobre todo cuando tenemos hambre. Sin embargo, cuando se trata de galletas procesadas con queso industrializado, es mejor no consumirlo. ¿Por qué? Muy sencillo: la porción de 3 galletas tiene más sodio que una galleta con queso natural y tanta azúcar como dos porciones de chocolate.
Yogur. El yogur es otro bocadillo saludable que ha sido secuestrado por la industria alimentaria. Muchos yogures están hechos para ser de bajos o sin grasa, pero están cargados de azúcar y otros ingredientes que son completamente superfluos. Leé las etiquetas antes de elegir el ideal para tu pequeño.
Palomitas de maíz procesadas. Preparadas de forma natural son un alimento muy nutritivo, ya que se trata de un grano entero, naturalmente bajo en calorías. En investigaciones recientes se ha descubierto que los granos reventados son sorprendentemente altos en antioxidantes, incluso más alto que muchas frutas y verduras. Pero, ¿cuándo se convierten en un peligro? Cuando son procesadas y aderezadas con saborizantes artificiales y conservadores.
Muffins. ¡Cuidado! Aunque estas delicias no están completamente vacías nutricionalmente (5 gramos de fibra y 14 gramos de proteínas), las calorías, grasas y azúcar son equivalentes a tres panchos, 10 roquillas de chocolate o 3 bolas de helado.
Frituras de harina. No está mal comer una pequeña porción de vez en cuando, pero no diario o cada fin de semana. Una porción de 50 gramos de frituras de harina de queso contiene la mitad de las grasas que tu hijo necesita consumir por día.
Compota de manzana. Azúcar y conservadores son los dos agentes que alteran este delicioso postre. Mejor preparalo vos misma y dáselos a tus hijos con un poco de miel.
Barritas energéticas. Además de que las barras son de harina refinada, el chocolate aporta una porción de calorías equivalente a todo un desayuno. Mejor intercambialos por frutas o por una barra integral
Pretzel con peperoni. Saturación de sodio, azúcar y mucha grasa. Mejor dale a tu pequeño un rico plato de cereal integral.
Fuente: http://ar.mujer.yahoo.com