El secreto para mantener una casa fresca sin aire acondicionado está en crear un entorno de sombra en la vivienda.
Estas son algunas pautas para combatir el calor:
-Persianas y cortinas.
Cerrarlas durante las horas centrales del día para sombrear la casa y bloquear el calor del sol.
Además, se evita que penetre el calor de las ventanas. Las cortinas opacas son más efectivas que las translúcidas.
El resultado de los toldos es más eficaz, ya que el efecto es el mismo pero fuera de la casa; aunque su instalación es más cara y no siempre está autorizadas.
-Ventanas.
Cerrarlas durante las horas centrales del día, o dejarlas mínimamente entornadas.
Los burletes en puertas y ventanas evitan la entrada de aire exterior, en este caso caliente.
-Enfriamiento nocturno.
Aprovechar el aire frío de la noche para refrigerar la casa.
Dejar abiertas todas las puertas interiores del hogar para refrescar todas las habitaciones. Si permanecen cerradas, acumularán calor durante el día y se refrescará menos por la noche.
-Ventilación cruzada.
Dejar abiertas ventanas opuestas para crear corriente, preferiblemente por la noche.
-Ventiladores.
No bajan la temperatura de la habitación, pero sí crean un efecto de aire fresco.
Recurrir a ellos en momentos puntuales de calor, no como medida para mantener la casa fría, ya que es contraproducente.
-Reducir fuentes de calor.
Apagar los equipos eléctricos cuando no se utilicen. Son una fuente de calor innecesaria.
Evitar que los electrodomésticos que generan calor se encuentren en las habitaciones refrigeradas.
-Telas suaves y blancas sobre elementos cálidos, como almoadones o sofás.
-Evitar el vapor.
No cocinar, lavar la ropa o ducharse con agua caliente durante las horas de calor para evitar llenar la casa de vapor.
-Planta de abajo.
Si se dispone de una vivienda de más de un piso es preferible estar en la planta baja en las horas de calor.
El aire caliente sube y el aire frío, más denso, se mantiene por debajo.
Fuente: http://www.abc.es/