Londres 2012 tiene también estas situaciones. Siguiendo la línea de David Beckham o María Sharapova, la paraguaya Leryn Franco debe lidiar con el estereotipo. La exigencia del deporte de alta competencia inevitablemente moldea el físico de los atletas para encajar en el mundo del modelaje. Aquí tenemos un caso.
Y no pocos, en mayor o menor medida, incursionan como modelo durante o después de sus carreras deportivas.
El futbolista David Beckham o la tenista María Sharapova, son ejemplos de ello, al convertir su imagen estética en una marca comercial de amplio alcance.
En el caso del atleta olímpico también hay numerosos casos. Como la nadadora estadounidense Amanda Beard, las hermanas Bia y Branca Feres, del equipo de nado sincronizado de Brasil, y la lanzadora de jabalina paraguaya Leryn Franco.
¿Pero acaso el modelaje puede convertirse en una distracción para la carrera deportiva?
Aquellos atletas que ceden a las ofertas de la pasarela, inmediatamente empiezan a luchar con el estereotipo de no ser sólo «una cara bonita».
El caso de la tenista rusa Anna Kournikova les revolotea, además, como un fantasma. La rusa surgió hace algunos años intempestivamente a la fama por su belleza, y fue su belleza la que quedó como recuerdo en vez de su actuación deportiva.
«De chica nunca pensé que haría televisión modelaje o campañas», admite Franco a BBC Mundo.
Londres 2012 serán los terceros Juegos Olímpicos de Leryn Franco.
La paraguaya no sólo hace modelaje, sino que, simultáneamente a su vida como atleta, también ha competido en concursos de belleza.
Pero la dualidad de roles, afirma, no le impide lograr las exigentes marcas necesarias en jabalina, para clasificarse a los olímpicos.
Londres 2012, de hecho, será su tercera participación como atleta.
«Yo creo que es una combinación que al mundo le gusta. A los periodistas, a las marcas y a las empresas. No se trata sólo de que sea una chica linda, atrae también que sea deportista ya que por ende tiene un estilo de vida sano», dice Franco.
«Que algunos periodistas me tilden de ser una de las deportistas más lindas o que les llame la atención mi trabajo como modelo, me llega solo. Yo igual me tengo que dedicar a mi trabajo como deportista y lograr las marcas que me propongo para competir en el más alto nivel», añade.
Bolsillo versus deporte
BBC Mundo se encontró con Franco en su lugar de entrenamiento, en Asunción.
Según ella misma, es el único lugar en el país que tiene las condiciones para su preparación olímpica.
«Sufrí una presión mediática enorme, por mi carrera fuera del deporte», dice Franco.
«Yo tengo tres jabalinas, todas mías, para prepararme. Mientras que acá al lado, en Brasil, se que hay atletas que cuentan con 30 jabalinas que les proveen», dice.
El ejemplo surge para graficar las dificultades económicas que afronta el atleta paraguayo para poder a aspirar a un deporte de alta competencia.
De hecho, un colega de Franco, el nadador Benjamin Hockin, se clasificó para Londres 2012 pese a que el país no cuenta con una piscina con las distancias olímpicas.
«Este proceso clasificatorio a Londres empezó hace cuatro años y en los dos primeros casi no tuvimos apoyo económico. Sin apoyo gubernamental no es fácil», señala.
Y ello lleva la conversación de vuelta a la necesidad de ganarse la vida en el modelaje, ya que en Paraguay no puede dedicarse al deporte amateur a tiempo completo.
«Lo otro (el modelaje) me permite entrenar. Vivo económicamente gracias a mi vida fuera del deporte, aunque mi pasión es el deporte», señala Franco.
«Tengo amigas atletas que hoy en día están compitiendo y que son profesoras de educación física, porque no se pueden dedicar completamente al deporte», señala la paraguaya.
«Pero yo no soy profesora de educación física, si no que agarras una revista y me ves a mi. De ahí que es muy fácil decir que esta chica está tomándose fotos en lugar de estar entrenando».
«Se que a primera vista puede sonar a que me distrae (el modelaje) y que no me puedo dedicar al deporte, pero si uno ve la tabla de deportistas en Paraguay, con todo y mi carrera mediática yo tengo la mejor marca del país», argumenta.
Franco posee la marca nacional con 55,66 metros, obtenidos en los últimos Juegos Sudamericanos, efectuados en Buenos Aires.
Dificultades
No obstante, en las últimas olimpiadas de Pekín 2008 el atractivo físico de Franco se convirtió en una molestia más que en una carrera complementaria.
Algunas publicaciones la colocaron en un ranking «de atletas más sexy».
Y además surgieron todo tipo de revelaciones de índole personal, que la propia atleta paraguaya admite que le afectaron considerablemente su desempeño.
No pudo terminar ni siquiera entre las mejores 50 atletas, pese a llegar con la tercera mejor marca entre las atletas sudamericanas participantes.
«Sufrí una presión mediática enorme, por mi carrera fuera del deporte. Y por ello terminé lanzando unas marcas muy por debajo de lo que estaba acostumbrada», aseveró Franco.
Además en 2008 murió inesperadamente su madre, lo cual contribuyó a un torbellino emocional que desajustó la ardua preparación (y clasificación) para llegar a la cita en Pekín.
«El cuerpo puede estar bien, pero los nervios te pueden controlar y pasan ese tipo de cosas.
Desde las olimpiadas pasadas la lanzadora de jabalina paraguaya inició un trabajo con un psicólogo deportivo para lidiar con la atención mediática que creció gracias a su trabajo como modelo.
«Y ahora estoy preparada para las presiones mentales. Ir a Londres para mi será una revancha».
Fuente: BBC.