El nuevo ente regulador del Vaticano dijo, el miércoles, que detectó seis posibles intentos de usar la Santa Sede para el lavado de dinero el año pasado y citó eso como prueba de su compromiso con la transparencia.
En la presentación de su primer informe anual, el jefe de la Autoridad de Inteligencia Financiera del Vaticano (FIA, por sus siglas en inglés) también afirmó que pronto tendría mayores poderes de supervisión sobre el Instituto para las Obras de Religión (IOR), el banco del Vaticano plagado de escándalos y considerado por la revista Forbes la entidad más reservada del mundo.
El Vaticano está tratando de cumplir con estándares internacionales para combatir el financiamiento del terrorismo, el lavado de dinero y la evasión tributaria, pero el comité europeo contra el lavado de dinero, Moneyval, dijo en julio que al IOR aún le falta camino por recorrer.
Rene Bruelhart, abogado suizo y experto en lavado de dinero que encabeza la FIA, dijo que de los seis casos sospechosos de lavado de dinero manejados por su oficina en 2012, dos son considerados lo suficientemente serios como para ser entregados a un fiscal italiano para que sea investigado.
Bruelhart no entregó detalles sobre ninguno de los casos, pero afirmó que era posible que alguno de los otros cuatro también fuera derivado para una investigación formal.
El Vaticano ha estado tratando de deshacerse de la imagen de centro financiero oscuro desde 1982, cuando Roberto Calvi, conocido como «el banquero de Dios«, fue encontrado ahorcado bajo el puente Blackfriars de Londres.
Calvi fue director del Banco Ambrosiano, en ese entonces el mayor banco privado de Italia, que era en parte propiedad del Vaticano y que colapsó en una quiebra fraudulenta.
El IOR maneja principalmente fondos para departamentos del Vaticano, obras de caridad católicas y órdenes de sacerdotes y monjas en todo el mundo, pero ha sido usado por terceras partes en el pasado.
Bruelhart, que fue el principal experto sobre lavado de dinero en el pequeño paraíso tributario de Liechtenstein, realizó el informe anual y la conferencia de prensa, ambos los primeros en su tipo, como una señal de que el Vaticano está ordenando su casa.
Reconociendo que «no todo es grandioso y perfecto», dijo que el Vaticano estaba comprometido a cumplir con los requerimientos de Moneyval, principalmente una supervisión más cercana o «vigilancia prudencial», sobre el IOR.
«En las próximas semanas, presentaremos una nueva ley y esa será una de las competencias clave de la FIA«, sostuvo. Afirmó, además, que la FIA establecerá nuevos procedimientos para vigilar a tenedores de cuentas del IOR.
En 2010, magistrados de Roma congelaron 23 millones de euros (33 millones de dólares) que tenía el IOR en un banco italiano.
El Vaticano dijo que su banco meramente transfería sus propios fondos entre sus cuentas en Italia y Alemania. Los fondos fueron liberados en 2011, pero la investigación sobre lavado de dinero continúa.
Fuente: Reuters