Miguel Restrepo, de 62 años; y su esposa María García viven junto a su perro Blackie en una alcantarilla en Medellín.
La alcantarilla tiene 6 metros cuadrados de ancho y casi 1 metro y medio de alto. Y la equiparon con una cocina, un televisor, un ventilador, una silla y una cama.
El principal problema, dicen ellos, es cuando llueve porque el agua se filtra. Igualmente sostienen que viven “mejor que el presidente” porque ellos están tranquilos y sin custodia.
Fuente: http://america.infobae.com