“Por numerosas, sospechosas y preocupantes razones, los Estados Unidos han permitido aditivos que en otros países en desarrollo se prohíben”, denuncia en un artículo para la revista Shape la nutricionista Mira Calton, autora, junto con su marido, del libro Rich Food, Poor Food. Los Caltons estudiaron varios aditivos y arribaron a conclusiones dramáticas. Estos son algunos de los ingredientes peligrosos que deberías evitar. Si llegas a detectarlos en la etiqueta de un producto, ¡descártalo! En especial si son alimentos para niños.
Colorantes. Algunos agentes colorantes –azul 1, azul 2, amarillo 5 y amarillo 6–, pueden adornar los alimentos artificialmente, para que parezcan más atractivos, sobre todo para los niños. ¡Pero cuidado! La mayoría están hechos a base de alquitrán de hulla, usado para preservar los pisos… ¡y para matar piojos! Además, se cree que causan hiperactividad e incluso ADHD en los niños. ¿En qué comidas para niños pueden aparecer? En pasteles, dulces, galletas, macarrones con queso, gaseosas… ¡todo lo que les gusta!
Olestra. Conocido también con el nombre comercial “Olean”, es un sustituto de las grasas que no aporta triglicéridos, calorías ni colesterol. Los beneficios terminan aquí. Al parecer, merma las vitaminas solubles en grasa y los carotenos, robándote nutrientes vitales. Muchos países lo prohibieron. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En las patatas fritas libres de grasas (¿creíste que eran más saludables?).
Aceite vegetal bromado. También conocido como BVO, actúa como emulsionante que evita que los saborizantes de las bebidas floten. ¿La contra? En cantidades elevadas, se lo vincula a problemas de tiroides, enfermedades autoinmunes y cáncer. El bromo, aparte, es un químico venenoso, tóxico y corrosivo, ligado con defectos congénitos, problemas de crecimiento y esquizofrenia, entre otros males. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En bebidas deportivas y gaseosas de sabores cítricos.
Bromato de potasio. Puedes encontrarla en las etiquetas como harina bromada. Se usa para disminuir los costos de los panes y para lograr que tengan una consistencia más firme. El problema es que contiene bromo y ya sabes lo que esto implica. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En esos riquísimos bagels y en la masa para hacer rolls o wraps.
Azodicarbonamida. Es un químico que se usa en Estados Unidos para blanquear la harina. En otros países, como en Singapur, no solo está prohibido, sino que pueden condenarte a 15 años de prisión por utilizarlo. Está ligado al asma y es un componente de algunos plásticos usados en colchonetas de Yoga o suelas de zapatillas. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En panes, comidas congeladas y mezclas envasadas para pastas.
BHA y BHT. De nombre impronunciable, estos aditivos supercontrovertidos son derivados del petróleo y actúan como conservantes. El Instituto Nacional de Salud de los Estados Unidos reportó que el BHA puede ser cancerígeno. ¿En qué comida de los niños pueden aparecer? En cereales, paquetes de nueces, goma de mascar y mantequilla.
Hormonas sintéticas. RBGH y rBST son hormonas que se les inyectan a las vacas para potenciar su producción de leche. Esta, a su vez, llega a tu mesa cargada de IGF-1, factor de crecimiento de la insulina, vinculado con cáncer de mama, colon y próstata. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En leche y productos lácteos.
Arsénico. “¿El veneno está permitido?”, te estarás preguntando. Sí, el arsénico se le da como alimento a los pollos para que luzcan más rozagantes, a pesar de que se lo considera cancerígeno. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En el pollo. ¿Nuestro consejo? ¡Opta por los orgánicos!
Plomo. De acuerdo con datos recopilados en el sitio de Discovery Fit & Health, el 85% de los jugos y las bebidas para niños contienen niveles peligrosos de plomo. Este interfiere en varios procesos del organismo y es tóxico para los riñones, los intestinos, los huesos, el corazón y muchos otros órganos. En California, las bebidas llevan una advertencia al respecto. ¿En qué comida de los niños puede aparecer? En los jugos y preparados líquidos. Para evitarlo, haz el jugo tú misma con frutas y vegetales de estación.
Ftalatos. Son otras hormonas sintéticas que se encuentran en las comidas enlatadas. Tanto en animales como en humanos se asocian con disrupción endócrina, daños neurológicos y reproductivos. ¿En qué comida de los niños pueden aparecer? En cualquier producto enlatado. Tanto para evitar los ftalatos, como todo el resto de los aditivos, recuerda reducir las comidas industrializadas en tu menú familiar. Opta por lo casero, que es rico y mucho más sano.
Fuente: http://ar.mujer.yahoo.com