¿Delirante? ¿Apasionado? ¿Inolvidable? No importa como lo imagines, puedes lograrlo.
- Cambia el ritmo: Si quieres disfrutar junto a tu pareja, busca otros horizontes de placer, besa más lento o más rápido, pero distinto a como lo haces, prueben acariciarse y tómense su tiempo.
- Haz ejercicio: El sexo es una actividad emocional y física que resulta mucho más eficiente y satisfactoria cuando se tiene una buena condición. Realizar ejercicio físico moderado, unas tres veces por semana a un ritmo constante por 20 a 30 minutos, te proporcionará la soltura necesaria para preocuparte sólo de tu satisfacción y la de tu pareja, y no de cuán demandante puede resultar equis encuentro. Puedes caminar enérgicamente, andar en bicicleta, bailar, practicar algún deporte o incluso subir escaleras. Recuerda estirarte antes y después.
- Platica con el doctor: Hay problemas médicos que afectan la vida sexual: desde una gripa hasta un cáncer, pasando por diversos grados de depresión o problemas digestivos. Y también algunos medicamentos: para la hipertensión o la diabetes, por ejemplo. No te preocupes: tu doctor (o doctora) también tiene su corazoncito, y sabrá entenderte… o recomendarte algo que favorezca, en buena medida, tu diversión.
- Toma vitamina B: Alimentan las células nerviosas y te ayudan a resistir el estrés y la fatiga.
- Deléitate: La sensualidad no sólo se disfruta en la cama. Para desarrollar la capacidad de disfrutar con el sexo resulta muy útil aprender a deleitarse con todo y a cada momento: saborear cada sorbo de jugo de naranja en la mañana; sentir las diferentes texturas de cada prenda que te pones; complacerte con cada uno de los colores del amanecer…
- Aprende a respirar: Las tradiciones de mayor sabiduría sexual coinciden en resaltar la importancia de la respiración para manejar las diversas calidades del encuentro erótico: el Tantra y el Tao del Amor utilizan la respiración consciente para prolongar la excitación y llegar a estados de éxtasis trascendental. Si aprendes a respirar relajadamente podrás mantener el periodo de meseta por más tiempo y acumular energía sexual, de modo que te permita un orgasmo más extenso e intenso. Un ejercicio básico es acostarse boca arriba y poner las manos en el vientre, para sentir cómo suben y bajan con cada inhalación. Más adelante, practicar este tipo de respiración durante el sexo.
- Decide tú: Aprende a decir que no. Este es otro de los grandes secretos del placer sexual: la asertividad. Para algunas personas decir lo que no quieren puede ser tanto o más difícil que comunicar lo que desean. Si en la intimidad se te dificulta expresar lo que no deseas sin herir a la otra persona, puedes empezar sutilmente diciendo “me encantaría que…
Fuente: http://quo.mx