Una nave estadounidense que orbita el planeta rojo encontró pruebas de la existencia de un antiguo lago de cráter alimentado por aguas subterráneas, informó la NASA este domingo.
Informaciones realizadas del espectrómetro de la agencia aeroespacial, Mars Reconnaissance Orbiter (MRO), muestran huellas de carbonato y minerales de arcilla, generalmente formados en presencia de agua, en la parte inferior del cráter McLaughlin, a 2,2 kilómetros de profundidad.
«Estas nuevas observaciones sugieren la formación de carbonatos y arcilla en un lago alimentado por aguas subterráneas en la cuenca cerrada del cráter«, señaló la NASA a propósito de los hallazgos, publicados en la edición de la revista Nature Geoscience.
«Algunos investigadores proponen que el interior del cráter captura el agua», agregó el organismo y aseguró que «en la zona subterránea podría haber habido ambientes húmedos y potenciales hábitat«. «El cráter carece de canales de gran afluencia, por lo que el lago era probablemente alimentado por aguas subterráneas», dijeron los científicos.
El 8 de agosto de 2012, tras una complicada maniobra, el Curiosity se posó en el enigmático Cráter Gale de Marte , tras nueve meses de travesía espacial.
El vehículo robótico o rover, de seis ruedas y del tamaño de un automóvil pequeño, es el más grande construido para realizar una exploración planetaria. Está equipado con diez instrumentos científicos, elementos para destruir rocas, perforar el suelo, hacer pruebas de radiación, un generador nuclear y un mástil con cámaras de alta definición.
Durante la exploración, que debe llevar dos años terrestres de duración, tratará de descubrir si el ambiente marciano pudo haber sido favorable al desarrollo de vida y buscará recabar datos para preparar una futura misión tripulada.
Fuente: AFP