Se votaba el artículo 2 de la reforma al Consejo de la Magistratura cuando se desató un verdadero escándalo en la Cámara de Diputados.
Luego de un tenso debate, el oficialismo había aceptado votar artículo por artículo el proyecto, para el cual se necesitaba al menos 129 votos para lograr su aprobación (mayoría calificada).
El presidente Julián Domínguez habilitó el sufragio y el tablero registró 128 votos afirmativos, 101 negativos y 21 abstenciones: el artículo 2 de la ley se había caído y debía volver a ser discutido en comisiones.
El jefe de la bancada K, Agustín Rossi, se levantó a los gritos, insultó al presidente de la Cámara y amagó con trompearse con sus pares. Finalmente la votación se hizo nuevamente y el Frente para la Victoria logró los 130 votos necesarios.
Hubo un cuarto intermedio para intentar calmar las cosas pero la oposición no aceptó la jugada: tomaron sus carpetas y se fueron al Salón de los Pasos Perdidos a denunciar un fraude ante las cámaras.
El diputado Francisco De Narváez denunció que Comelli fue presionada por sus compañeros de la banca kirchnerista. «Ante eso reaccionamos y el presidente -Domínguez- se puso del lado del Frente para la Victoria». «¿Cuál es la garantía de estar en un Congreso donde si una votación es negativa no vale?«, exclamó.
Antes de que cierre la discusión de la reforma, Rossi pidió que se vote por tercera vez el artículo de la polémica. El kirchnerismo logró nuevamente 130 manos levantadas y esta vez sólo 9 en contra, ya que la mayoría de los opositores se habían ido del recinto.
Una vez terminada la sesión en donde finalmente el kirchnerismo logró imponer el proyecto sobre el Consejo de la Magistratura, los «arrepentidos» aclararon que en ningún momento su posición estuvo en duda; los dos dijeron que votaron en positivo y el sistema del Congreso falló.
«Como siempre se hace cuando un voto aparece no identificado, se pregunta el sentido del voto. Junto con tres diputados no quedaron registrados los votos, y nos pidieron la aclaración», señaló Comelli.
En el mismo sentido, Forconi explicó que votó por la afirmativa, como ya lo había hecho en general y el artículo 1. «El sistema a veces no toma el voto, eso lo saben los cronistas que están acá. Por eso uno levanta la mano y aclara su voto. Es una práctica habitual. Lo que pasa es que como los ánimos estaban caldeados, pasó esto», señaló.
Graciela Camaño y Felipe Solá admitieron luego que confían en la posición de ambos legisladores, ya que se prevía que iban a votar con el kirchnerismo. El ex gobernador de la Provincia indicó, en cambio, que las sospechas surgen porque el Frente para la Victoria intentó evitar la votación artículo por artículo y ahora las especulaciones serán interminables.
Fuente: http://www.infobae.com