Nicole Eggert, musa del erotismo en los 90 gracias a ’Baywatch’ (donde interpretaba a la increíble Summer Quinn), está irreconocible. Después de dar a luz dos veces, ha ganado muchísimo peso y, para más, los paparazzi la han agarrado en el peor momento posible.
La actriz ha vivido de su imagen desde pequeña y llegó incluso a ser Miss Universo Infantil. Junto a Pamela Anderson lució tipazo en bañador y protagonizó los sueños eróticos de millones de hombres. Pero, como madre entregada, ha pasado olímpicamente de dietas y de gimnasio durante mucho tiempo.
En las imágenes que recoge ’Daily Mail’ se aprecia que Nicole llevaba a sus espaldas el carrito de su pequeña Keegan mientras paseaba por Los Angeles con una amiga. Botella en mano, se hidrató en todo momento para soportar el intenso calor californiano.
Desde que murió su padre, hace ya tres años, la rubia ha aumentado casi 14 kilos. A los 40 años, como muchos sabrán, el cuerpo no es tan permisivo y, ahora que le ha dado por hacer ejercicio, apenas nota resultados.
No obstante, Nicole ya intentó ponerse en manos de especialistas en 2010 y fue una de las protagonistas del reality de VH1 ’Celebrity Fit Club’, en el que varios rostros conocidos trataban de adelgazar desesperadamente.
Nicole ha criticado en varias ocasiones el sexismo reinante en Hollywood, donde solo las actrices esculturales obtienen buenos papeles.