Miranda Kerr, de 29 años, posó en un tímido topless en la paradisíaca playa de Darling Point, Australia. La morocha no sólo se animo a realizar la osada sesión de fotos sino que además, en una de ellas participó su hijo de 18 meses, Flynn, fruto de su relación con el actor Orlando Bloom.
La modelo australiana se encuentra en su mejor momento: hace poco fue madre, se encuentra entre la séptima modelo mejor pagada del mundo y es la Embajadora de Moda en la firma australiana David Jones.
En la producción, la morocha lució diseños de Tommy Hilfiger, Emilio Pucci y Tom Ford, entre otras firmas.
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