Cuando murió su esposa hace 17 años, Winston Howes plantó 6.000 robles en una parcela en el sur de Gloucestershire, Inglaterra, dejando en el centro un corazón que apunta al lugar donde ella nació.
Howes, ahora de 70 años, cuenta que pasó una semana plantando él mismo los robles (entonces hijuelos) para poder tener un lugar especial donde recordar a su amada Janet, quien había sido su compañera durante más de 30 años.
Este romántico homenaje no puede verse desde el camino, y fue un secreto familiar hasta que Andy Collett lo descubriera hace pocos días cuando daba un paseo en un globo aerostático. El tomó las fotos aéreas que acompañan este artículo.
El agricultor alienta a otras personas a hacer este tipo de tributos: “hay muchos árboles”, asegura./DailyMail.co.uk