A la criatura lo salvó la profesora de folclore, que fue amenazada por las autoras de tamaño acto de violencia. El niño padecerá secuelas psicológicas, indica el Diario Crónica.
En la provincia de Chubut, un bebé de tan sólo 9 meses fue amordazado con cinta de enmascarar, en el jardín maternal en el que se encontraba.
La imagen fue registrada por una maestra de folclore que lo salvó. “Cuando lo vi me largué a llorar”, recordó ante Crónica la docente Victoria Gauna.
Hoy la imagen no sólo circuló por Internet y desató un escándalo de proporciones en la localidad sureña, sino que, además, ella fue amenazada por una de las involucradas. “Muchas veces presencié golpes, tirones de pelos, gritos. Pero algo así nunca”, afirmó.
“El chiquito lloró unos 15 minutos. Cuando fui para ver qué pasaba, lo vi con su boquita encintada y me largué a llorar”, indicó en diálogo con “Crónica”, Gauna, aún sorprendida por lo ocurrido.
Quince días atrás, cuando ella se encontraba en una oficina del jardín de infantes La Hormiguita Viajera, donde trabajaba, escuchó el llanto de un bebé de forma prolongada. Cuando se acercó al pequeño, sus ojos no dieron crédito de lo que veían.
Desbordada por la situación, otra ayudante se acercó para ver qué pasaba. “La otra seño le sacó la cinta. Cuando me tranquilicé llamé a la directora del lugar (Johana Paz), pero no me atendió porque estaba de viaje”, contó.
“Cuando le dije a la encargada (Diana) que no quería ver algo así, me amenazó, me dijo que cerrara la boca. Por eso no quiero volver más a trabajar ahí”, se lamentó Gauna. Las responsables de tamaño destrato son tres: la ya mencionada encargada del lugar, Diana Jones, y las ayudantes, Jimena Molina y Johana Igor. Cada una de ellas fue denunciada por maltrato infantil ante la fiscalía local. Como defensa, sólo dijeron que todo había sido un chiste “y se culpaban entre sí”, agregó Gauna.
Sin respuesta de las autoridades, Victoria decidió publicar la imagen en el perfil de Facebook “Denuncias Comodoro”, donde los vecinos se comunican a diario. Allí estalló el escándalo. Y ese fue el momento en que, finalmente, los directivos del establecimiento decidieron tomar cartas en el asunto y despedir a los responsables. Sin embargo, no sólo hicieron eso.
El jardín Hormiguita Viajera fue clausurado por las autoridades municipales porque, si bien funcionaba como jardín maternal, sólo contaba con habilitación de espacio lúdico.
“Desde que estoy ahí es la primera vez que veo algo así. Sí vi golpes, tirones de pelos, gritos, pero algo así nunca”, explicó Gauna. Por su parte, en diálogo con “Crónica”, la directora del establecimiento ratificó que ella misma denunció a las empleadas involucradas. “De haberlo sabido, nunca hubiese permitido que se toque a un nene. Es muy grave lo que ocurrió. Todavía no lo puedo creer”, agregó la mujer.
El jardín La Hormiguita Viajera está ubicado en el barrio Pueyrredón, de Comodoro Rivadavia. Funciona desde hace seis años, pero hace poco más de dos que Paz lo adquirió y decidió mantener el personal que se desempeñaba, por sus buenas referencias, que se vieron cuestionadas por la comunidad en estas últimas jornadas.
Hoy en día, el futuro del establecimiento es toda una incógnita. “No está clausurado, porque nadie se acercó a fiscalizarlo. Por eso, si el día de mañana vuelvo no sé con qué me voy a encontrar”, cerró Gauna. Cabe aclarar que el lugar “no es un jardín maternal, sino que goza de una habilitación municipal, como sala lúdica y sala de recreación”, dijeron desde el Ministerio de Educación provincial.
Igualmente, Paz manifestó que “el jardín está cerrado. Despedimos a todo el personal y vamos a ver qué nos recomienda nuestro abogado”. Es por eso que el caso está ahora en manos de la Justicia. Ayer no hubo clases, ya que los padres se acercaron al jardín a escuchar las explicaciones.
“Taparle la boca a un bebé es el peor castigo, le van a quedar secuelas”
“Lamentablemente, le van a quedar secuelas porque lo que le taparon fue la boca y la etapa oral del bebé es importantísima en el desarrollo de la persona”, explicó en diálogo con Crónica, el licenciado en psicología Carlos Tryskier (M.N 45.079).
El especialista no tiene dudas de que el hecho que sufrió el pequeño en Comodoro Rivadavia fue algo “muy duro”, y además, afirmó que en la adolescencia seguramente “necesitará de un tratamiento para llevar su vida sin tantos problemas”.
Y es que el especialista reveló que “taparle la boca a un chiquito es el peor castigo” ya que, en lo que se conoce como la etapa oral de su desarrollo, por ahí “se alimenta, se pone el chupete, la boca es en ese período el contacto que tiene con el otro, y eso fue precisamente lo que le fue quitado por un momento o por el tiempo que haya sido”.
“Cuando sea grande recordará de manera inconsciente que de bebé le taparon la boca. Es por eso -explicó- que deberá tratarse, para que en un futuro siga su vida sin problemas. Hay que decir que todo lo que sucede en la infancia quedan como traumas resignificados en el tiempo. Algunos más y otros menos. Pero seguramente lo que le pasó no quede en el olvido para el pequeño”, aseguró.
De acuerdo con el especialista, poco importa la cantidad de tiempo en que haya permanecido amordazado: lamentablemente, en la práctica, significará lo mismo. El daño para el pequeño indefenso ya ha sido hecho.
La imagen revela además, que el pequeño de sólo nueve meses, estaba sentado mirando hacia la calle, en una suerte de castigo, de espaldas al resto de los niños. Y la realidad es que, no se necesita ser diplomado en docencia para entender que ésa no es la manera de tratar a un bebé.
Fuente: http://www.cronica.com.ar