Una fotógrafa de los Estados Unidos tiene que tachar el primer objetivo de su lista de pendientes. Ya lo logró y, encima, es la primera persona en el mundo que consigue lo que ella -y seguramente otros- aspiraba hacía años: obtener la foto que develara unos de los misterios más irresueltos del reino animal.
Pese a las explicaciones y estudios científicos no había registro visual de cómo picaba una abeja. Nadie había podido capturar el momento en el que el aguijón del pequeño insecto se incrusta en la piel humana. Finalmente Kathy Keatley Garvey tiene la foto.
La mujer, del Departamento de Entomología de la Universidad de Davis en California, aseguró que durante su vida debe haber arrojado más de un millón de disparos con su cámara intentando congelar este fugaz y -hasta hace unos días- desconocido momento.
Como no podía ser de otra forma, esta imagen denominada The Sting (La Picadura, en español) ya fue distinguida. Ganó el primer premio en el concurso de la organización internacional Associaton for Communication Excellence.
PURA CASUALIDAD
Aunque era la foto que perseguía, en esta oportunidad no hubo producción ni armados. Kathy paseaba con un amigo, con la cámara colgando de su cuello, cuando registró el momento que sólo se encontraba en ilustraciones de libros educativos.
LA HERENCIA, LAS ABEJAS
Según el diario The Sacaramento Bee, la familia de la mujer, desde 1850, trabaja y vive de la cría de abejas para la producción de miel. Por eso, aseguró: “Estos insectos forman parte de mi familia”.
Fuente: http://tn.com.ar