Martin Andrews estaba lavando la ropa en su casa en el Reino Unido cuando, de un accidente, tuvo una revelación celestial que «limpió su alma», según admitió.
El pirata derramó suavizante en una de sus camisas favoritas y cuando inspeccionó la mancha más de cerca notó que era mismísimo Jesucristo.
En la imagen puede observarse a una figura humana, muy parecida a la clásica de Jesús, con los brazos abiertos y una aureola que ilumina su cabeza.
Uno de los amigos del hombre concluyó: «Escuché que encuentras consuelo («comfort», dijo en inglés) en Jesús, pero nunca creí que podrías encontrar a Jesús en Comfort», en referencia a la conocida marca de suavizante.
Hace poco, aseguraron haber visto a Cristo en un churrasco, en un panqueque y en excremento de pájaro (ver noticias relacionadas). Ahora, una más para la anécdota.
Fuente: http://www.cronica.com.ar/