Federico Franco, quien hasta entonces era vicepresidente de ese país, asumió esta noche el cargo supremo minutos después de haber sido destituído forzadamente Fernando Lugo.
El liberal Federico Franco juró esta noche en el Congreso de Paraguay como nuevo presidente del país, en una ceremonia en la que pidió ayuda de todos los partidos y organizaciones y se comprometió a “respetar la Constitución, los compromisos y los tratados internacionales”.
De traje oscuro, con la banda cruzada sobre el pecho, Franco adelantó además su intención de completar el período del destituido Fernando Lugo y ejercer el mando hasta el 15 de agosto de 2013, para entregarle el poder “a otro paraguayo o paraguaya elegido democráticamente”.
“Paraguay vive momentos difíciles. Y el compromiso más grande sólo será posible con la ayuda y colaboración de cada uno. El país debe ser construido entre todos los sectores”, remarcó Franco, ex compañero de binomio de Lugo en las elecciones de abril de 2008.
El ahora mandatario insistió en su compromiso de “respetar las instituciones democráticas y el estado de derecho, y honrar las deudas” y dejó en claro que no expresaba “odios ni rencores”.
Pidió además colaboración a los partidos con representación parlamentaria y evaluó que “la mejor manera de honrar a los muertos” de la masacre de Curuguaty del viernes pasado es “iniciar el verdadero desarrollo”.
Interrumpido por aplausos en varias ocasiones, Franco relató que en su reunión con los cancilleres de la Unasur les expresó su decisión de “mantener un respeto irrestricto a la Constitución, las leyes y los tratados y acuerdos internacionales” que tenga firmado el país.
Además, prometió que se velará por los derechos humanos, que “la cuestión social será prioridad” y que trabajará para lograr fondos para comprar tierras de modo de poder entregarla a los campesinos “por la sangre derramada” en algunas ocupaciones.
“No pretendo hacer un programa porque vamos a continuar absolutamente todo lo que se hizo bien desde el 2008. Todo lo exitoso y beneficioso vamos a continuarlo”, subrayó, y se pronunció en favor de utilizar la energía que produce Paraguay “para industrializar el país”.
“Debe haber una política de Estado energética que permita usar lo que genera Itaipú y Yacyretá para crear industrializar el país y que ningún ciudadano tenga que ir a buscar empleo a otro lado”, afirmó, y manifestó que se “resiste a pensar” que Paraguay deba “ceder su energía a países vecinos”.
Franco destacó también que tiene “ganas, voluntad, experiencia y salud”, y puso de relieve su deseo de “entregar un país organizado, sin más muertes, con tolerancia, sin rencores”.
Finalmente, evaluó que el Chaco paraguayo “debe ser la puerta de llegada de Asia para América, y servir para que el Atlántico y Pacífico se unan”.
Fuente: www.cronica.com.ar