A pesar de que es una leyenda viviente del cine francés por sus inolvidables papeles en Cyrano de Bérgerac y Obelix, Depardieu provocó una ola de indignación desde que se reveló que tiene pensado instalarse en una localidad fronteriza belga para evitar el pago de un impuesto excepcional del Gobierno socialista francés.
El artista de 63 años es el último de una lista de compatriotas acaudalados que decidieron comprar una propiedad en el país vecino con el objetivo de abonar menos tributos al fisco francés.
Con esta movida, Depardieu se suma a otros millonarios como Bernard Arnault, el hombre más rico de Francia y dueño propietario del grupo de lujo Louis Vuitton Moet Hennesy (LVMH), y a los herederos de los almacenes Darty y de los supermercados Carrefour y Auchan.
La polémica decisión del actor, que causó un fuerte rechazo en ambos países, se justifica en el hecho de que Bélgica es un paraíso para los contribuyentes franceses y más ahora que el primer ministro Jean-Marc Ayrault decretó un impuesto excepcional del 75% sobre los ingresos superiores al millón de euros, equivalente a 1.300.000 dólares, según publica el diario colombiano El Tiempo.
Ayrault calificó la decisión de Depardieu como «bastante lamentable». Mientras que el diputado socialista Yann Galut propuso quitarles la nacionalidad francesa a quienes no quieran pagar impuestos allí.
Fuente: http://america.infobae.com/