Ver subirse a un colectivo al padre de un miembro de la realeza europea es una imagen casi imposible y fuera de lo común. Sin embargo, para poder observarla basta con ir al barrio de la Recoleta, donde vive Jorge Zorreguieta Stefanini, el papá de Máxima, la próxima reina de Holanda.
Con más de 80 años, el suegro del príncipe Guillermo de Orange se mezcla entre los usuarios del servicio de la línea 152 como uno más y se moviliza sin ser reconocido. Vive, junto con su esposa, María del Carmen Cerruti, en un departamento de la calle Uriburu.
Hace pocos días recibió la mejor noticia. Se enteró de que su hija, Máxima Zorreguieta, se convertirá el próximo 30 de abril en la
nueva monarca del país europeo. «Estamos orgullosos de nuestra hija», dijo el padre. Pese a su felicidad, la alegría de la familia se contrapone con el hecho de que sabe que no podrá asistir a la ceremonia de coronación.
Jorge Zorreguieta formó parte de la última dictadura militar en la Argentina. Durante el mandato de Jorge Rafael Videla se desempeñó como subsecretario de Agricultura y luego, Secretario de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Debido a su participación durante uno de los períodos más sangrientos en la historia argentina, el Parlamento holandés decidió prohibirle que asistiera a la boda de Máxima y Guillermo en 2002.
Ante la posibilidad de que vuelvan a negarle el derecho de asistir al evento, fue la propia princesa Máxima la que decidió que ninguno de sus padres asista a la ceremonia de coronación ni a la posterior fiesta privada. En declaraciones televisivas, el jefe del Partido de los Trabajadores de Holanda explicó el motivo de la veda hacia Zorreguieta, pero aclaró que «puede concretar visitas privadas a su hija y sus nietas».
El lunes de la semana pasada, la reina Beatriz de Holanda habló en cadena nacional y anunció su abdicación en favor del príncipe heredero el próximo 30 de abril.
De esta manera, Máxima, actual esposa del príncipe, se convertirá en «reina de los países Bajos», un título honorífico de acompañamiento al nuevo rey, que de todos modos no le permitirá tomar el poder en caso de que su consorte tuviera algún problema.
En marzo de 2001, Zorreguieta se comprometió con el heredero de la Casa Real. Ese mismo año se convirtió en ciudadana holandesa y las dos cámaras del parlamento aprobaron el proyecto de ley que consintió el matrimonio. Finalmente, el 2 de febrero de 2002, la argentina se casó con Guillermo Alejandro.
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