Nuestro reloj interno se deteriora con el tiempo. Una de las formas de volverlo a ajustar es hacer ejercicio, pero ¿qué beneficios tiene el ejercicio vespertino, en comparación con el matutino o el nocturno?
Nuestro cuerpo tiene un ritmo interno. El corazón, el hígado, el cerebro y otros órganos funcionan bajo un reloj interno.
Con el tiempo, este reloj se puede desajustar. Hoy en día esto es muy fácil ya que las 24 horas tenemos luz, en las noches llegamos a ver la tele o la computadora, cuando nuestro cuerpo espera oscuridad y reposo. Por eso, “a muchos que estamos en la media edad nos cuesta trabajo para quedarnos dormidos. Y luego tenemos problemas para mantenernos despiertos al día siguiente”, afirma Christopher Colwell, profesor de psiquiatría en la Universidad de California.
Y no sólo se afecta el ritmo del sueño, también se ha encontrado que se desajustan los ritmos cardiacos, y otros factores que luego pueden desembocar en diabetes, obesidad, cáncer, pérdida de memoria, y desórdenes de humor como depresión.
Ahora, con el estudio de Colwell, se encontró que con el ejercicio se puede recomponer el marcapasos, pues se vuelven a producir proteínas en los relojes internos. Pero lo notable es que parece haber mejores efectos si el ejercicio se realiza en las tardes.
Por el contrario, no es tan aconsejable correr muy entrada la noche, pues se pueden presentar irrupciones en el ritmo cardiaco y en el sueño, entre otros factores.
Sin embargo, recuerda que todo ejercicio es mejor que la vida sedentaria para recomponer el reloj interno y para cientos de otros beneficios. Si, como la mayoría, realizas tu rutina por las mañanas, no dejes de hacerlo.
Fuente: http://www.mamanatural.com.mx