La reunión del Consejo Nacional de Justicia de Brasil aún no acabó y la decisión será publicada oficialmente mañana, o pasado mañana, pero este blog pudo confirmar que el CNJ acaba de aprobar, por 14 votos contra 1, una decisión por la cual el matrimonio civil entre personas del mismo sexo pasa a ser legal en todo Brasil. El autor de la propuesta fue el presidente del Supremo Tribunal Federal y titular del propio CNJ, Joaquim Barbosa.
El Ministerio Público ya anunció que no va a apelar la decisión.
Poco más de un año después del lanzamiento de la campaña nacional por el matrimonio igualitario, impulsada por el diputado gay Jean Wyllys (foto), autor delproyecto de ley sobre esta materia que tramita en el congreso brasileño, finalmente Brasil se suma al club de países democráticos con igualdad de derechos para todas las familias. Jean había presentado, semanas atrás, un pedido formal al CNJ redactado por el abogado Paulo Iotti, pidiéndole a ese órgano que hiciera lo que finalmente hizo hoy. Luego de este pedido de Jean Wyllys, realizado conjuntamente con la asociación de los registros civiles de Río de Janeiro y el Partido Socialismo y Libertad, el CNJ tomó esta decisión, que comenzará a valer a partir de su publicación oficial, mañana o pasado mañana, según confirmó a este cronista una de las secretarias de Barbosa.
Link para leer la decisión completa, que aún no fue publicada pero pudimos conseguirla: PDF.
En mayo de 2011, el Supremo Tribunal Federal había reconocido las uniones de hecho de personas del mismo sexo (que en Brasil son reconocidas constitucionalmente como “uniones estables”) en igualdad de condiciones con relación a las uniones de hecho heterosexuales. La constitución brasileña establece, en su artículo 226, que el Estado reconoce “la unión estable entre el hombre y la mujer, como entidad familiar, debiendo facilitar su conversión en casamiento”, lo cual era considerado, hasta la decisión del STF, como un cerrojo al casamiento gay. Pero el Supremo decidió que ese artículo debía ser reinterpretado a la luz del principio constitucional de igualdad ante la ley, de modo que debía entenderse, por analogía, que también se reconocía la unión del hombre con el hombre, o de la mujer con la mujer.
Esa decisión del Supremo legalizó en todo el país las “uniones estables” entre personas del mismo sexo, pero, como el artículo 226 dice que las parejas en unión estable pueden “convertir” esa forma de registro en matrimonio, eso abrió la puerta para que muchos jueces (y, luego, distintos tribunales superiores y “corregedorias” provinciales) decidieran que también es legal el matrimonio civil, sea por “conversión” o de forma directa.
Hasta hoy, trece estados brasileños y el distrito federal de Brasilia ya habían reconocido ese derecho y más de mil parejas ya se habían casado en distintas ciudades. Pero en las provincias y ciudades donde los jueces no estaban de acuerdo, como por ejemplo Río de Janeiro, todos los pedidos eran rechazados.
Al igual que sucedió en Canadá antes de la aprobación de la ley federal de matrimonio igualitario (y al igual que sucede hoy en Estados Unidos), el derecho al matrimonio, para las parejas de gays o lesbianas, dependía del código postal. Hace una semana, el equipo de la campaña nacional por el matrimonio igualitario en Brasil, que coordino junto con João Junior, lanzó el trailer de un corto documental que pensábamos estrenar este mes, titulado, justamente, “El amor no tiene código postal”:
Ahora, con la decisión del Consejo Nacional de Justicia, las parejas del mismo sexo podrán casarse legalmente en todo Brasil, vivan donde vivan, como en Argentina y otros trece países. A partir de la decisión de hoy, ningún registro civil y ningún juez podrán negarse a casar a una pareja del mismo sexo.
Brasil se transforma, así, pese a Dilma y sus aliados y gracias a la decisión de sus jueces, en el 15º país del mundo donde homo y heterosexuales tienen los mismos derechos civiles.
El diputado Jean Wyllys, principal referente del activismo LGBT en el país, felició a los jueces del CNJ, a los integrantes del Supremo Tribunal Federal y del Superior Tribunal de Justicia y a las “corregedorias” provinciales (instancias del poder judicial) que ya habían legalizado el matrimonio civil entre personas del mismo sexo en 13 estados, más la capital. Wyllys también felicitó especialmente al presidente del CNJ y del STF, Joaquín Barbosa: “Siento mucho orgullo por Barbosa como brasileño. Me parece muy simbólico que esta decisión haya sido propuesta por el primer presidente negro del Supremo Tribunal Federal, en un país que todavía lucha contra el racismo. La lucha por los derechos de los homosexuales es hija de la lucha por los derechos de los negros y de las mujeres. Nosotros estamos continuando el camino que el movimiento negro y el movimiento feminista iniciaron hace muchos años”, señaló el diputado.
Acá estamos, de nuevo. No se imaginan la alegría de participar de esta victoria por segunda vez, en otro país.
¡Felicidades, Brasil!
Fuente: http://blogs.tn.com.ar