Las redes sociales son un arma de doble filo. Por una parte, son un gran canal para atraer nuevos clientes y ofrecer promociones. Al mismo tiempo se vuelven un terreno más que peligroso: errores de los community managers o hackeos a las cuentas oficiales pueden volverse un terrible dolor de cabeza.
Burger King es el último ejemplo de uno de estos problemas. Su cuenta fue tomada y la estética del perfil fue cambiado por el de McDonald’s su principal competidor.
La foto de perfil de la cuenta fue reemplazada por la característica M de la empresa del payaso. Pero no todo quedó en el plano cosmético. Quién maneja ahora la cuenta de Twitter de Burger King comenzó a retwittear a distintas personas que comentaron el caso o que comenzaron a reírse de la situación de la empresa.
Fuente: http://www.apertura.com