Dos científicos británicos investigaron este curioso fenómeno después de leer el caso de un paciente que experimentaba estornudos que no podía controlar cuando pensaba en las relaciones sexuales… se encontraron más casos.
Para la mayoría de la gente el estornudo, la expulsión brusca de aire, es un simple signo de un trastorno respiratorio, una alergia o una molestia o irritación en la garganta, pero ahora dos científicos británicos sugieren que el estornudo puede significar algo más: una sutil manifestación de excitación erótica.
Las enciclopedias médicas lo definen, como “una explosión súbita, forzada e involuntaria de aire a través de la nariz y la boca”. El estornudo, explican, lo causa la irritación de las membranas mucosas de la nariz o la garganta y puede ser muy fastidioso, pero generalmente no es signo de un problema severo.
Esta respiración violenta, espasmódica y sonora a través de las fosas nasales y la boca, es una reacción del cuerpo al tratar de eliminar o expulsar alguna partícula irritante de la nariz. Entre sus causas más habituales figuran el polvo, el aire frío, la pimienta, los alérgenos, algunos productos químicos y los catarros y gripes.
Se conocen los casos de algunas personas que estornudan cuando salen al aire libre y se exponen a la luz brillante del sol, en lo que denominan “estornudos fóticos”, una condición debida a la sensibilidad a la luz en la que intervienen factores hereditarios.
Pero lo que se ignoraba hasta ahora es que, además de producirse por partículas irritantes o por los estímulos luminosos, los estornudos también tienen algunas connotaciones sexuales, al menos en algunas personas.
Dos científicos británicos investigaron este curioso fenómeno después de leer el caso de un paciente que experimentaba estornudos que no podía controlar cuando pensaba en las relaciones sexuales, y de encontrar a otras 17 mujeres y varones con comportamientos similares, a través de una incursión en los “chats”, o salas de conversación on-line, en la red Internet.
Los doctores, Mahmood Bhutta, otorrinolaringólogo del Hospital Wexham Park, y Harold Maxwell, psiquiatra del Hospital Universitario West Middlesex, también constaron el caso de tres personas que sufrían estornudos después de tener un orgasmo.
“Los resultados de nuestras investigaciones sugieren que este fenómeno podría ser mucho más común de lo que se piensa, aunque no se conoce porque quizá la gente no habla de ello porque lo consideran algo vergonzoso”, señalan los autores del estudio, que opinan que problema, si es que puede considerárselo como tal, podría obedecer a un defecto en las conexiones cerebrales.
Según Bhutta y Maxwell “este reflejo demuestra que hay ciertos vestigios evolutivos en las conexiones de una región del sistema nervioso denominada sistema nervioso autónomo, una región que está fuera de nuestro control y se encarga del control inconsciente del ritmo cardiaco, la digestión y la dilatación de pupilas, entre otras cosas”.
Los científicos creen que, debido a una “mala conexión” en el cerebro, las señales que envía este sistema podrían “cruzarse”, haciendo que algunas personas estornuden cuando se les pasa por la mente algún tipo de actividad o relación sexual.
Según los británicos, existen pocas referencias científicas sobre el vínculo de sexo-estornudo en la literatura médica, aunque en su estudio hacen referencia a una carta publicada en 1972 en la Revista de la Asociación Médica Estadounidense, en la que un hombre de 69 años se quejaba de ataques severos de estornudo después de un orgasmo.
Otro caso estudiado por estos expertos es el de algunas personas que estornudan después de una comida que les llena el estómago.
Otro fenómeno relacionado con la respiración, también muy curioso y que presenta facetas en cierta medida parecidas y que recuerdan este caso del estornudo y el sexo, es el del bostezo y su enigmático “poder contagioso”, que hace que las personas que observan, escuchan, piensan o leen sobre los bostezos, sientan unas inexplicables ganas de bostezar…
Fuente: www.cronica.com.ar