El dólar libre alcanzó este jueves los $9,63 y alcanzó un valor sin precedentes de la salida de la convertibilidad, durante la crisis de 2001/2002. La divisa en el mercado paralelo ya avanzó 2,80 pesos o 41% desde comienzos de año. La brecha con el dólar oficial, a $5,19, se amplió a 85,5 por ciento.
Economistas consultados por Infobae coincidieron en que el efecto nocivo para la inversión y el crecimiento de la actividad de este repunte del precio del dólar en el mercado paralelo se evidencia cada día más y alertaron sobre la dilación del Gobierno para actuar sobre las causas que impulsan esta suba.
La economista Milagros Gismonti, coordinadora de la consultora Orlando Ferreres y Asociados indicó que «lo que más preocupa de la escalada de los últimos tiempos es que no preocupe a las autoridades. Da la sensación que no están haciendo nada para frenar esta suba como hicieron en otras oportunidades, como ciertas intervenciones en el mercado blue, cosas que no están muy claras pero tuvieron algún tipo de efecto».
El asesor financiero Andrés Cardenal opinó que «el Gobierno no parece dispuesto a hacer nada al respecto y no parece nada improbable que dada la inercia que tiene, el dólar llegue a diez pesos. Se subestima la influencia que tiene, por más que sea un mercado chico, por lo que implica sobre expectativas: dinero que no va a parar a los bancos, porque va al dólar blue, o el empresario que no genera inversiones, porque no sabe a qué dólar ni con qué nivel de inflación está trabajando».
El ex viceministro de Economía Jorge Todesca, titular de la consultora Finsoport, explicó que el paralelo «es un mercado que el Gobierno definió como ilegal, por lo tanto es de oferta difícil. Hay una presión fuerte sobre ese mercado que no provine de una cuestión transitoria, si no que es resultado de que Argentina tiene un problema estructural del flujo de divisas con el exterior».
Todesca puntualizó que «la única fuente de ingreso de divisas son las exportaciones y el saldo comercial es lo único que queda para atender todos los otros frentes de pagos. No estamos teniendo ingreso de capitales, hay retrasadas autorizaciones de utilidades de las empresas para a transferir al exterior por alrededor de u$s8 mil millones y tampoco tenemos un flujo positivo de préstamos con los organismos internacionales, que antes mantenían equilibrados los pagos con las renovaciones de crédito. Y eso es insuficiente: las reservas van bajando«, añadió el director de Finsoport.
Impacto en la economía real
Marcelo Perilli, socio de AMF Economía, advirtió que «más ahorro individual restará recursos para la inversión y el crecimiento. Si bien la frugalidad a nivel microeconómico asegura el bienestar personal futuro, en el funcionamiento macroeconómico reduce la demanda y el empleo«, sin contribuir necesariamente a una reversión del déficit fiscal.
En este marco de incertidumbre «los ‘platos rotos’ siempre son pagados por la estructura de mercado y los sectores más desprotegidos de la sociedad, porque se perderá capacidad de transformar ahorros en inversiones productivas y se diluirá la demanda de trabajo», consideró Perilli.
«Los contagios en la economía real son muchos. Por un lado frena mucho la inversión en la Argentina, por los controles a las importaciones y claramente la cuestión cambiaria genera mucha incertidumbre a la hora de invertir, porque no se puede evaluar la tasa de retorno. No se sabe a qué valor de dólar se está invirtiendo y a qué valor de dólar va a recuperar», dijo Milagros Gismonti a Infobae.
«Se está viendo un traslado a precios, como en el mercado inmobiliario, donde hay un traslado de las operaciones en pesos a dólar blue, con un freno muy fuerte de la actividad. El año pasado, todos los canales coincidían a que los argentinos nos quedemos en pesos y ahora esta escalada del blue lo que está generando es que incluso el consumo se esté retrayendo. Los que logran tener pesos excedentes -que no son la mayoría, porque el mercado laboral está estancado y cayó el salario real en el primer trimestre- tratan de refugiarse en el dólar o autos importados de alta gama, cuando antes compraban electrodomésticos», detalló la economista de la consultora Ferreres y Asociados.
En ese aspecto, un informe de la consultora Finsoport determinó que «la caída en las remuneraciones reales -propiciada por el propio Gobierno- ha terminado porerosionar al gran sostén de la dinámica económica de los últimos años: el consumo privado«.
«Se revela, entonces, una nueva distorsión derivada de la búsqueda de combatir indirectamente a la inflación mediante el control de otra variable macroeconómica, estrategia que llevó a la apreciación del tipo de cambio real en el pasado y que conduce a la caída del salario real en la actualidad», consideró Finsoport.
Para Andrés Cardenal, «el dólar blue compite con otros usos del dinero, no sólo en el que tiene pesos y va a comprar dólares, sino en el que ya tiene dólares y entre poner una fábrica o un proyecto de construcción, se queda con los dólares en las manos y espera a ver cómo sigue la historia».
Fuente: http://www.infobae.com