Los responsables de un acuario de Suiza alquilaron un espacio próximo a la piscina de los cetáceos para la realización de una fiesta rave a la que acudieron miles de personas. Se cree que alguna de ellas pudo suministrar la heroína a los animales.
Los delfines Shadow y Chelmers del acuario Connyland, en Lipperswil (Suiza), murieron de forma “lenta” y “agónica” después de que alguno de los asistentes a una rave que se celebraba en el recinto suministrara heroína a los cetáceos, señala el informe toxicológico practicado a los cadáveres, publica el Daily Mail.
Los hechos ocurrieron en noviembre, cuando los responsables del parque alquilaron un espacio próximo a la piscina de entrenamiento de los delfines para la realización de una fiesta a la que acudieron miles de clubbers, escribe el diario británico. Sin embargo, trascendieron en las últimas horas
“Los opiáceos son extremadamente peligrosos para los mamíferos marinos y nunca deben usarse como parte de sus tratamientos médicos. La razón es que los delfines son «respiradores conscientes», lo que significa que ellos deciden, activamente, cuando deben subir a la superficie para tomar aire”, señala el biólogo Cornelis van Elk a The Sun.
En un principio, se barajaron dos hipótesis para la muerte de Shadow y Chelmers. Los veterinarios del zoo culparon a los asistentes a la rave. Y los animalistas sugirieron que el excesivo ruido de la fiesta pudo afectar al sensible sistema inmunitario de los delfines (su sistema sonar biológico).
Los cuidadores que encontraron a los cetáceos aseguran que no duermen desde entonces: “Cuando llegamos a la piscina los encontramos flotando, saltando en el agua a la deriva, con espuma en la boca y la lengua colgando”. La agonía duró una hora.
Fuente: http://www.cronica.com.ar/