Un curandero peruano ha confesado que ha enterrado a un joven de dieciocho años, que había llegado desde Estados Unidos a Perú. Según fuentes policiales el joven murió por una sesión en la que consumió un poderoso alucinógeno llamado «ayahuasca».
Al parecer viajó a Perú para desengancharse de las drogas y al final acabó todo en un trágico suceso.
Ahora, un curandero peruano ha confesado que enterró el cuerpo de este joven estadounidense. Bajo el nombre de «Maestro Mancoluto» hacía rituales en un albergue situado en la región de Madre de Dios, en Perú.
La sustancia que había consumido el joven es la que este curandero utlizaba en sus terapias para personas con problemas emocionales y otros, como la drogadicción.
Su madre denunció su desaparición y viajó hasta Perú para buscar a su hijo: «Nadie lo ha visto, nadie sabe nada de él».
También, están implicados en el asesinato otros dos hombres que trabajaban en el albergue. Al parecer ellos le ayudaron a enterrar el cuerpo.