El ingeniero Julijonas Urbonas desarrolló un juego mecánico especialmente diseñado para terminar con la vida de los 24 pasajeros que se atrevan a subirse. La altura y la velocidad que alcanza, produce falta de oxígeno en el cerebro durante 60 segundos.
El trayecto consiste en un ascenso de dos minutos hasta alcanzar los 510 metros de altura. Desde esa posición inicia el descenso a una velocidad de 360 kilómetros por hora, una aceleración súbita en la primera de las siete espirales.
Estas condiciones provocan en el pasajero falta de oxígeno en el cerebro durante 60 segundos. Visión negra, pérdida de conciencia y la muerte cerebral son los pasos antes de que el pasajero pierda la vida.
Según su creador, esta es una gran oportunidad para las personas se suiciden con extravagancia, adrenalina y elegancia.
Solo Bélgica, Luxemburgo, Los Países Bajos, Suiza y los estados de Oregon y Washington de los EE.UU, la admiten como legal.
Fuente: http://www.cronica.com.ar