Para regañar tiene que existir una conducta que requiera ser corregida. Muchos padres pierden los estribos a la hora de llamarles la atención a sus hijos, esto suele provocar el efecto contrario a lo que ellos desean que sea generar un cambio de actitud.
Una de las reglas no escritas para regañar es que debe haber un motivo y basarse en actitudes que necesiten ser corregidas.
1. Buscar el momento oportuno: Hay que esperar a que la otra persona se encuentre tranquila y receptiva para que asimile la información que vamos a darle. De igual forma, nosotros debemos estar en calma para que la conversación no se degenere en pelea.
2. Ser específicos: Hay que decir claramente el motivo de la llamada de atención.
3. Que haya respeto: Es muy importante decir las cosas sin lastimar al otro. Es un terrible error insultar porque eso ocasiona que se cierren los canales de comunicación y no se pueda dar el mensaje correcto.
4. Hay que llegar a acuerdos sobre cómo se va a producir el cambio de actitud.
Desde que son niños hasta que se convierten en adultos, es básico que mantengamos un excelente nivel de comunicación con nuestros hijos. De esta forma, cuando atraviesen por una dificultad tendrán la confianza de que cuentan con nuestro cariño y apoyo. Fuente