El doctor en Filosofía José Stevens, autor junto a Lena Stevens del libro «El camino del poder», asegura que en las tradiciones indígenas se puede descubrir un vasto y profundo conocimiento que es crucial, con una filosofía y prácticas similares, pese a encontrarse en distintas partes del globo.
Los principales portadores de esta sabiduría ancestral son los líderes indígenas o chamanes: individuos excepcionales que destacan sobre los demás por su talento como profetas, sanadores, guerreros-protectores, narradores de cuentos y personas de conocimiento. A ellos acuden los demás indígenas, en busca de soluciones, respuestas y claridad.
Durante años, Stevens ha estudiado las tradiciones chamánicas de los aborígenes huicholes de México central y otras comunidades indígenas de las junglas amazónicas de Perú, y las ha compatibilizado con su experiencia como consultor empresarial.
Estos son algunos de estos secretos, recopilados por Stevens, para «rastrear, acechar y cazar el poder», que no sólo son valiosos en la selva amazónica o en cualquier otro enclave donde viven los pueblos indígenas, sino también para actuar en la jungla de los negocios, o para conseguir el éxito en la vida personal.
1) Use su intuición al 100 por 100. Se puede ir más allá del intelecto y del razonamiento para recurrir a la intuición. Intuir es conocer por medios no racionales, y se accede a esta forma de conocimiento mediante la segunda atención, tomando conciencia de las sensaciones internas. La intuición es una gran fuente de poder porque indica claramente qué hacer y cuando hacerlo. Si duda de su intuición y se niega a actuar siguiendo sus dictados, nunca será muy poderoso.
2) Tenga paciencia. El botín es para los pacientes y los que están dispuestos a esperar el momento adecuado. La paciencia es la mejor amiga. Le recompensa revelándole el momento perfecto para actuar y la elección del momento lo es todo.
3) No de nada por supuesto. Cada situación es nueva. Cada acontecimiento debe ser afrontado desde cero, entonces uno no se pierde nada, ni el menor detalle. Una presa es diferente de la anterior: quizá sea más grande o más rápida, quizá en ese momento haga más calor o el terreno sea más abrupto. Nada puede darse por supuesto, nada puede presumirse en una cacería. Así es como se prevalece y triunfa en la caza.
4) Asuma plena responsabilidad. No puede haber ninguna persona o cosa al la que culpar por el fracaso. Culpar y señalar con el dedo son una gran pérdida de energía y poder en la que no se puede caer. Y esto incluye culparse a uno mismo. La culpa es irrelevante y es esencial asumir toda la responsabilidad. Responsabilizarse significa darse cuenta de que el éxito consiste en sacar el máximo partido de las propias habilidades, conocimientos y poder, para asegurarse el mejor resultado.
5) Manténgase desapegado. No puede permitirse ser sentimental. Cuando observa que una actitud, acción o conducta particular produce una pérdida de poder, acabe con ella despiadadamente. Uno no puede estar apegado a su conducta. Si el apego a una emoción o una idea produce una pérdida de poder, el chamán se desapega y las elimina, por mucha gratificación que pudiera derivar de ellas y por mucho temor que le produzca dejarlas atrás.
6) Elimine lo no esencial. La mayoría de los problemas son problemas porque contienen tantos elementos enredados que resulta difícil entender la situación. Es como cuando abre un cajón para buscar un bolígrafo y ve tal barullo de cosas que quiere volver a cerrarlo y renunciar a la búsqueda. La clave consiste en eliminar todo lo que no es aplicable a la situación inmediata: elimine todo lo que no sea un bolígrafo.
7) Considere cada batalla como si fuera a «vida o muerte». Cuando uno se juega la vida dedica todo su poder a sobrevivir. El chamán considera que la mejor manera de plantearse cualquier tarea es comprometerse absolutamente. La amenaza de morir ofrece una ventaja: asegura que uno dará lo mejor de si, que su atención será total, que observará agudamente todo el entorno y tomará plena responsabilidad en el momento de entrar en acción.
Fuente: http://www.revistamujeres.cl/