Neozelandesa, joven, guapa, lista, amante del surf y del snowboard, emprendedora y, sobre todo, muy codiciada. Se llama Victoria Ransom, la mujer ahora mismo más deseada de la red. ¿Por qué? Por ser la fundadora y la jefa ejecutiva de Wildfire, una de las compañías tecnológicas más cotizadas del mercado: se rumorea que podría ser la nueva adquisición de Facebook, tras Instagram, por unos 200 millones de euros.
¿Qué tiene la compañía de Ransom para ser tan atractiva? ¿En qué consiste Wildfire? Básicamente, en una plataforma que coordina y distribuye la información y las promociones de las empresas (sus clientes) a través de las redes sociales para que sean mucho más visibles de cara al usuario y aumenten su rentabilidad. Es decir, con una pequeña inversión, Wildfire fomenta que el contenido se haga viral más fácilmente: «una herramienta muy potente para rentabilizar económicamente tu audiencia de Facebook, Twitter, Youtube o LinledIn», según sus propias palabras. Un torrente potencial de dinero, vamos.
Victoria Ransom sacó esta idea adelante oficialmente en agosto del 2009. Un año después, ya había recuperado la inversión. De la nada, hasta el momento, ha conseguido aupar a la empresa en el mercado con decenas de miles de clientes procedentes de más de 100 países. Marcas como Pepsi, Sony, Audi, Nestle o American Express están en sus manos, entre muchas otras. Gracias a ello, tiene en nómina a 250 empleados en sus oficinas de Palo Alto, Nueva York, Los Angeles, Chicago y Londres, y la empresa sigue en aumento.
Su éxito, no obstante, no es fruto de la casualidad. Su currículo así lo constata. Victoria Ransom empezó con la Psicología, graduándose en el verano de 1999, pero se dio cuenta que no era lo suyo. Se fue entonces a Londres, donde terminó trabajando para Morgan Stanley durante dos años; a partir de aquí, acabó en EEUU cursando un MBA en la Universidad de Harvard y posteriormente se mudó a Silicon Valley. Entre medias, numerosos proyectos, todos exitosos, gracias a los cuales ha logrado numerosas distinciones a nivel mundial, como el de Emprendedora del año de Nueva Zelanda en 2011, o el de figurar en la lista de las 25 mujeres de la tecnología a seguir, un ranking del que no se ha caído desde 2010.
Ahora, Victoria Ransom tiene que hilar fino: escoger el momento oportuno para vender su empresa (si es que la vende). Facebook está al acecho, en su necesidad de darle al mercado la herramienta perfecta para colocar su publicidad y, así, aumentar exponencialmente sus ingresos. No en vano, en 2011 ganó 3.100 millones de dólares solo en este concepto, el 85% del total, de ahí que este porcentaje explique la necesidad que tiene la compañía de Mark Zuckerberg de buscar una fórmula perfecta. Victoria Ramson puede tener la llave. Eso sí: no parece que la neozelandesa vaya a pasar hambre en el futuro.
Fuente: http://ar.finance.yahoo.com