En materia salarial la amplitud de los valores que el mercado paga por posiciones comparables ha crecido, y es un tema que dificulta a las empresas y postulantes a la hora de manejar salarios.
El concepto de Work Life Balance (prácticas que tienden a mejorar y equiparar la calidad de vida personal con la profesional) es implementado cada vez más por las compañías. De hecho, en nuestro último relevamiento sobre compensaciones y beneficios, 7 de cada 10 organizaciones manifestaron implementar alguna de estas prácticas.
Es este tipo de beneficio, un elemento diferencial que sumado a la disparidad de amplitudes mencionadas, dificulta hacer comparables distintas propuestas salariales.
A continuación, presentamos consejos para empresas y postulantes acerca de cómo estos últimos deben manejar sus expectativas salariales, con un criterio alineado al que aplican las empresas.
Consejos para los candidatos
Muchas veces, frente a la pregunta del entrevistador «¿Cuáles son sus expectativas salariales?» o frente a la demanda que aparece en un curriculum de «Remitir expectativas salariales», nos podemos llegar a encontrar con una sensación de no saber bien hacia dónde orientarnos, con lo cual para ello es importante:
– Si la demanda de enviar expectativas salariales, aparece en el aviso de búsqueda al cual se está aplicando, lo recomendable es expresar una banda salarial, es decir un mínimo y un máximo, de modo que una vez que disponga de mayor información de contexto y valores que se pagan en el mercado y a su vez cuente con mayor información sobre las funciones y responsabilidades de la posición, empresa a l a cual aplica, y actividad en la que opera, se puedan ajustar las pretensiones.
Por ejemplo una frase que ayuda a expresar lo expuesto es: «Mis expectativas salariales, se ubican en el rango de los $7.500-10.000, las cuales se alinearán en función del marco integral de la propuesta, posibilidades de desarrollo y condiciones de trabajo, siendo estos también otros aspectos de vital importancia para mi.»
Recomendamos que la amplitud de esta brecha no sea muy amplia, no superior al 35% o 40 por ciento.
Muchas veces, del lado de los selectores existe el prejuicio de que si el candidato solicita mucho menor salario que el que se tiene presupuestado «probablemente entonces, no sea el perfil que están buscando», y si excede en demasía tampoco se lo convoque.
Lo importante en esta situación es ser convocado y conocido, y aunque la compensación no deja de ser un punto clave, es interesante que no quede plasmado desde el lado del postulante como que es el único «el tema relevante».
– Si usted ya se encuentra avanzado en una instancia de entrevista, frente a la pregunta del entrevistador: «¿Cuál es su expectativa salarial?» haga valer una de las frases que solemos utilizar en HuCap «Información es poder para la toma de decisiones cuando es bien utilizada.»
Nos referimos a que proactivamente se debe recurrir a todos los medios que tengamos a nuestro alcance para buscar un marco de referencia salarial certero.
Actualmente, producto de la convergencia digital, a través de Internet podemos acceder a la información global de salarios que nos pueden ayudar y empezar a orientar. Desde ya, debemos consultar el networking de confianza con pares, colegas y consultores.
Pero, a la hora de buscar información es muy importante que hagamos equiparable las comparaciones salariales en relación a posiciones similares tratando de ser objetivos a la hora de analizar esta información.
Muchas veces solemos consultar a conocidos o colegas cuánto se paga la posición objeto de interés, y la respuesta natural de las personas que no administran técnicas salariales es hablar del salario «neto de bolsillo» sin explicar otras cuestiones relacionadas con el concepto de compensación total como bonus, pagos variables, beneficios o prácticas de balance de vida laboral que tienen su «valor» y hacen a la propuesta integral.
Debemos entonces, ser lo más exhaustivos y específicos posibles a la hora de consultar información.
Recurrir a los especialistas que poseen información actualizada de mercado y confiable es, a veces, un camino interesante que puede ayudarnos.
-En esta misma línea, es importante transmitir que comúnmente escuchamos de los postulantes a la hora de la pregunta sobre expectativas salariales, es la expresión de un valor haciendo referencia al salario mensual en términos de valores netos, tal como mencionábamos. Estos valores que expresan suelen estar fundamentados, dependiendo de la situación del postulante, en los siguientes criterios:
A- Lo que gana o ganaba en su último puesto.
B- Un valor superior al sueldo actual.
En realidad, nuestra recomendación es «despojarse de estos valores» y considerar la propuesta laboral concreta que se está escuchando y resultados que considera aportará a la compañía, dado que las empresas no pagan por lo que las personas ganaban anteriormente o necesitan para vivir, sino por lo que consideran que vale el puesto.
A su vez, las empresas pagan acorde a ciertos criterios para mantener la equidad interna salarial o el nivel de costo laboral, que no puede exceder para mantener operativa la rueda del negocio, pudiendo ser este valor mayor o menor a los criterios «A» o «B» antes mencionados.
Es importante, entonces, que nos desarraiguemos de nuestros modelos mentales. Es necesario evitar basarnos en nuestras creencias sobre salarios acerca de «que para tal posición mínimo deberían de pagar tanto».
Debemos objetivizar la información y entender que las compañías pagan en relación al valor y resultados que consideran un puesto aporta al negocio y, como dijimos, están dispuestas a pagar.
Hay que diferenciar por un lado la acción de «enmarcar las expectativas económicas» para no perder el tiempo, y por otro, la acción de querer conocer o negociar el salario en la primer entrevista.
El postulante debe esperar que el tema salarial lo proponga la empresa en el momento que esta considere llegó la instancia, generalmente esto ocurre en instancias finales y conociendo las expectativas de los candidatos, por lo comentado anteriormente.
En ocasiones solemos tener consultas de desconcierto o cierta ansiedad de postulantes que avanzan por la cuarta o quinta entrevista y nadie les habló del tema económico ni de las condiciones, siempre les decimos que aguarden el momento, nadie ingresa a trabajar sin saber cuanto le van a pagar.