«¡Tan de cerca no que me salen los puntos negros en la foto!» ¿Quién no ha dicho eso alguna vez cuando nos enfrentamos al temido close-up de una cámara? Y es que a nadie le gusta que se vean esos puntos que deslucen totalmente el rostro de cualquiera, ya sea chica o chico.
Los puntos negros son comedones más amplios de lo normal en los que se acumulan células muertas, sebo y sudor. Se producen debido a la existencia de numerosas secreciones sebaceas, lo que justifica que los veamos principalmente en la nariz, aletas y cejas (la zona T). La barbilla también es una de las partes más afectadas. Por tanto, son las pieles mixtas y grasas las que lógicamente más sufren su aparición.
Es importante eliminarlos porque no sólo son antiestéticos, sino que también pueden ser el origen de barros o granitos. El acné surge al infectarse la glándula sebácea porque el punto negro la obstruye. Debes saber que si bien la limpieza de cutis ayuda a eliminarlos, no acaba con ellos pues tienden a reaparecer. Son la pesadilla de muchas mujeres (y hombres) precisamente por lo difícil que es hacerlos desaparecer.
¿Cómo puedo acabar con ellos?
En estos tiempos de crisis que corren, es muy probable que intentes evitar el tener que costearte una limpieza de cutis cada cierto tiempo para estar estupenda. Así que, Bekia te cuenta cómo puedes trabajar tu rostro desde casa de una forma fácil y económica.
Los puntos negros se crean porque un exceso de grasa está bloqueando el poro. Así que lo más importante es limpiar el cutis. Para ello, comienza con unas vaporizaciones durante unos diez minutos de agua con manzanilla o romero para abrir el poro.
Después, coge dos algodones y con mucho cuidado para no hacerte heridas en la cara, presiona los puntos negros para que la grasa salga. Algunos se te resisitirán más, para esos puedes hacerte una mascarilla exfoliante natural a base de azucar y jabón de avena. Unta los dedos en ella y frota la zona a limpiar presionando ligeramente.
Cuando hayas terminado, puedes usar agua fría o un hielo para refrescar la cara y ayudar a que el poro se cierre. Luego, aplica una mascarilla y déjala trabajar sobre tu piel durante unos quince minutos. Puedes comprarlas en farmacias o puedes hacerte tu propia mascarilla natural. Aunque hay varias, aquí te recomendamos una mezcla de yogur natural, limón y unas gotas de vinagre.
Fuente: http://www.bekiabelleza.com