Cómo usar la reflexología para curar dolencias
Una técnica que lo ayudará a mejorar diversos síntomas, además de procurarle placer y bienestar. Los pies son como las raíces de nuestro cuerpo. Por eso, es importante cuidarlos; si ellos están bien, nosotros también.
La Reflexología Holística es el nombre de una técnica destinada a equilibrar las energías del organismo mediante masajes en puntos reflejos de los pies, que se corresponden con cada zona de nuestro cuerpo. Holística proviene del griego holos, que significa “todo”; es decir, es una disciplina que apunta a tratar al paciente de forma global, como un todo.
Este arte curativo y preventivo es una rama de la medicina alternativa, recomendada por médicos de todo el mundo como un gran complemento de la medicina tradicional; ya que sirve para tratar desequilibrios energéticos que provocan estrés, sobrepeso o dolores corporales. Todos ellos y otros más pueden ser resueltos gracias al masaje de áreas clave y, por supuesto, modificando también algunos hábitos. Le decimos cómo.
¿QUÉ ES LA REFLEXOLOGÍA?
Como la palabra lo dice, la Reflexología está basada en la utilización benéfica de los reflejos que producen los masajes. Éstos constituyen una respuesta orgánica que tiene lugar en un área alejada, a veces muy distante, de aquella que fue estimulada. Esto se debe a que esos puntos de los pies constituyen vías o canales nerviosos y energéticos, que conectan a estos puntos de los pies con todas las partes de nuestro cuerpo; por eso, al masajearlos de una manera específica, se estimula el trabajo de glándulas, órganos y músculos.
Los estímulos que realizan los terapeutas son aplicados por medio de los dedos pulgar e índice. El estímulo es conducido a través de canales nerviosos y energéticos alojados en el interior de nuestro organismo que provocan el efecto deseado. La Reflexología sirve, por tanto, para tratar y prevenir trastornos o enfermedades; pero, también, para suministrar bienestar y relajación.
¿CÓMO USARLA PARA CURAR Y SENTIRSE BIEN?
El masaje proporciona una profunda relajación, lo que provoca, tanto alivio físico como mental, a través del restablecimiento del flujo normal de energía.
Un terapeuta de reflexología sabe ver en nuestros pies:
- El pasado.
- El estado energético.
- El área y órganos en desequilibrio.
- Nuestro estado emocional.
Los masajes actúan sobre todos estos aspectos; de ahí que, solos o en conjunto con otro tipo de masajes, logren restablecer el balance de las funciones corporales.
Esta idea es la base de muchas terapias alternativas. Así se considera que cualquier interrupción de este fluido natural de energía es la principal causa de las enfermedades. Dicho de otro modo, toda enfermedad es el efecto de este desequilibrio. Al efectuar el masaje en las zonas reflejas de los pies, se produce una activación de esa energía bloqueada, lo que se traduce físicamente en una mayor irrigación sanguínea que, a su vez, aumenta el transporte de sustancias nutritivas, oxígeno, energía, hormonas, anticuerpos, a la vez que contribuye a la eliminación de las toxinas.
La reflexología, por tanto, estimula el poder curativo latente en el mismo cuerpo del paciente. Asimismo, también busca determinar las causas por las cuales se produce la enfermedad; ya que el cuerpo humano es un sistema abierto que recibe impulsos del medio ambiente, así como de sus propias emociones y pensamientos.
¿POR QUÉ ENFERMAMOS?
En general, hay dos grandes causas de la enfermedad: una, la falta de energía vital debido a un bloqueo de la misma; la otra, el efecto tóxico que este bloqueo produce a nivel químico.
Los factores que producen la intoxicación son fundamentalmente la alimentación, el medioambiente y la gran cantidad de tóxicos que ingerimos en forma de cigarrillos, bebidas, remedios, etcétera.
Como otras terapias holísticas o totales, la Reflexología considera que, dado que somos seres únicos, así también, cada tratamiento ha ser específico; por lo que es imprescindible atender al individuo como un ser íntegro.
OBJETIVOS Y BENEFICIOS DE LA REFLEXOLOGÍA
Entre otros, los siguientes son algunos de sus beneficios más notables:
- Mantiene y fortifica la salud.
- Genera una descarga bioenergética que provoca mejoría psíquica y física.
- Evita la dependencia de medicinas y drogas.
- Relaja al paciente, libera tensiones y regula la respiración.
- Estimula el aparato circulatorio y promueve el bienestar general.
- Produce la evacuación de toxinas, estimula el sistema linfático y reduce la acumulación de líquido.
- Activa el sistema endocrino.
- Acorta el tiempo de duración de cualquier dolencia.
- Mejora problemas de columna, trastornos funcionales y limitaciones motrices de las articulaciones.
- Disminuye el dolor menstrual y mejora trastornos ginecológicos.
- Da un aspecto más sano a la piel.
- Aumenta la calidad del sueño.
¿CÓMO SE APLICA?
Mientras el reflexólogo efectúa su labor, el paciente permanece acostado en una camilla recibiendo el estímulo. Es importante que éste manifieste claramente si la presión le resulta dolorosa o molesta; ya que es posible que los estímulos provoquen un dolor casi placentero al aliviar la zona congestionada. Al finalizar la sesión, el paciente descansa unos minutos para luego levantarse con cuidado, sin realizar movimientos bruscos.
Las sesiones tienen una duración que puede oscilar entre 40 y 50 minutos. El tiempo máximo que se recomienda para el estímulo reflexológico en cada pie es de 20 minutos, según la sensibilidad del paciente y su evolución. La frecuencia ideal para realizar esta terapia es de 2 sesiones por semana o de 1 como mínimo para comenzar. La aparición de cambios durante el proceso terapéutico no se puede establecer con anticipación; pero, en general, se obtienen resultados en un corto lapso. Por supuesto, éstos dependerán de la condición del paciente, así como de la capacidad e idoneidad del terapeuta que lo atienda.
La duración del tratamiento varía; pero, en general, al cabo de 8 sesiones, suele haber cambios favorables. Asimismo, la Reflexología puede recibirse de por vida como medicina preventiva.
AUTOMASAJES, UNA BUENA FORMA DEEMPEZAR
El estrés, las obligaciones diarias, la falta de tiempo para el placer y la relajación generan en nosotros todo tipo de desequilibrios que bajan nuestras defensas y abren paso a diferentes tipos de enfermedades físicas y psicológicas. Muchas de estas enfermedades son ocasionadas por los problemas de la vida moderna. Por eso, lo más importante es tomar conciencia de las cosas nocivas que nos provocan daños profundos.
Por ejemplo, una alimentación deficiente genera un sinnúmero de problemas corporales fácilmente evitables manteniendo una dieta equilibrada. Lo mismo sucede con las posturas. ¿Cuántas horas pasan algunas personas delante de la computadora en una mala posición sin moverse? Horas y horas en una mala postura produce daño a los órganos y la circulación corporal.
Un buen tratamiento reflexológico libera tensiones, genera sensación de bienestar y limpia de nuestra mente de preocupaciones. A su vez, alguien relajado puede ver sus problemas con mayor claridad y quitarles dramatismo, lo que le permitirá hallar soluciones.
En resumen, de lo que se trata es de poder acceder a una mejor calidad de vida. Fuente