Muchas personas se asustan con solo mencionarles términos como «presupuesto», «plan financiero», «planificación». En un artículo reciente comentaban que inconscientemente reaccionamos a este tipo de planificación como cuando nos ponemos a dieta: es algo odiado, restrictivo, difícil de llevar a cabo y sobre todo lo vemos como algo que no es divertido…pero, aveces es la única forma de «sobrevivir» financieramente a una crisis en puertas.
Hacer un presupuesto es uno de los pasos iniciales, si no el primero, para comenzar a planificar una estrategia financiera. Esto permitirá saber dos cosas principales: con qué fondos dispones y a dónde se van tus recursos (léase dinero). Su elaboración, generalmente obedece a la necesidad de tomar ciertas decisiones particulares (como cuando nos pesamos y vemos que las kilos van en aumento) .
Supongamos que estás considerando comprar un nuevo auto y deseas saber si puedes gastar los 150 dólares al mes más que este te costaría, por encima de lo que gastas ahora en ese «renglón». Lógicamente revisarás cuanto gastas actualmente por concepto de cuotas de tu auto, seguro, gasolina, y otros relacionados, para decidir si puedes «completar» la nueva cuota.
Sin proponértelo, lo que estás ?revisando? es tu presupuesto; como resultado, podrás diseñar una nueva forma de usar tus ingresos. Ahora, si en unas semanas necesitas cambiar la alfombra de tu casa, tendrás que volver ha realizar los mismos cálculos y ver si puedes «gastar» en esa reparación (o si tendrás que acudir a tus ahorros o a la tarjeta de crédito).
Lo ideal sería que ya tuvieras un ?plano? de donde hay dinero para «recortar» en caso de un imponderable, sin tener que sacar las cuentas cada vez que estas situaciones se presenten… Esta es una de las funciones del presupuesto: puedes anticiparte sin hacer las cuentas cada vez. Otras ventajas son:
- Permite establecer de antemano los gastos de acuerdo a tu estilo de vida e ingresos. No necesitaras analizar su situación al detalle cada vez que desees hacer un nuevo gasto.
- Podrás conocer tu habilidad de comprometerte de acuerdo a su capacidad de pago, en lugar de actuar impulsivamente y sufrir las consecuencias (¡y llenarte de más deudas!)
- Te permitirá incrementar tu capacidad de ahorro y planificación en lugar de reaccionar a cada evento.
- Lograrás evaluar como va cambiando (mejorando) tu patrimonio, probando nuevas estrategias y controlando las que funcionan y cambiando las que no sirvan.
- Te permitirá determinar tu realidad económicay realizar un plan financiero al que puedas mantenerte.Pero si todas estas ventajas no son suficiente motivación como para sentarte dos o tres horas a descifrar ?a dónde se va el dinero?, te damos una idea: considera algún plan que hayas estado acariciando por un tiempo (¿tal vez ese auto nuevo?) y proponte ?encontrar? dentro de sus finanzas actuales, el dinero que necesitas para lograrlo.
Fuente: http://economia.terra.com.ar