“Los hijos tiranos son el resultado de padres asustados y desconcertados que no pueden colocarse en un lugar de asimetría necesario para que los hijos tengan el punto de referencia que requiere la figura del padre o la madre”, explicó el Lic. Alejandro Shujman –psicólogo, especialista en orientación a padres y familia y autor del libro Es NO porque YO lo digo. Padres rehenes de hijos tiranos, de editorial Lumen, en una entrevista con Infobae.
En la relación de tiranía la situación de poder está invertida y son los hijos los que tienen el control, mientras los padres miran atónitos sin saber qué hacer. Cuando los chicos hacen esto, están pidiendo a grito pelado que les pongan un límite y que todo vuelva a la normalidad.
“El dialogo, el disfrute y la confianza son las tres cosas que tienen que estar necesariamente en la relación con los hijos. Por otro lado, el umbral de frustración, la capacidad de decisión para elegir y ayudar a los niños a tomar responsabilidadesson otros tres puntos cosas que van a ser las herramientas básicas para que ellos pasen sin problemas al mundo adulto”, aseguró Shujman.
Paso a paso: ¿cómo se ‘construye’ un hijo tirano?
*Falta de límites claros: debe haber un equilibrio entre la firmeza y el afecto. El límite no es un castigo sino una medida de cuidado para el niño.
*Exceso en la negociación: cuando un niño hace un escándalo en una tienda para que su madre le compre un juguete y la situación se pone tan tensa que su progenitora –para no pasar vergüenza- termina adquiriéndolo y la amenaza con el clásico “En casa hablamos” está negociando con la situación y le está dando un permiso al chico que va en dirección contraria a lo que dice e pequeño. “Cuando hacen este tipo de berrinches -que es la expresión más auténtica de un “tiranito”- necesitan un “no” cariñoso y firme”, aconsejó Shujman.
*Imposibilidad de que el niño construya un umbral de frustración: los padres temerosos, desconcertados o asustados de los impulsos de sus propios hijos no permiten que ellos se equivoquen o sufran, lo cual es un error. “Hay que darles a los hijos la posibilidad de que se equivoquen y que se frustren: es darle la posibilidad de entrar en el mundo de los adultos sin problemas”, sostuvo el experto.
*Problemática de la cultura adictiva: el mercado toma de la patología adictiva algunos elementos, ya que la cultura de hoy propone la satisfacción inmediata. “No hay tiempo de espera, los álbumes de figuritas tienen el servicio de llenado garantizado. Los hijos demandan de los padres lo que la cultura plantea como paradigma”.
*Síndrome de Dorian Grey: se borran las diferencias entre padres e hijos y los primeros terminan pareciéndose a los segundos. Las madres usan la misma ropa que sus hijas o los padres comparten las redes sociales con los hijos. “Esto los abochorna y se vengan de sus progenitores. Son chicos que tienen altísimo grado de riesgo en el campo de las adicciones”.
*Sentimiento de culpa de los padres por estar poco tiempo con sus hijos: intentan compensar su ausencia llenándolos de juguetes que traten de compensar el tiempo que no pasan con ellos. “De ese modo, piensan que les evitan sufrimientos innecesarios pero lo cierto es que cada vez hay más escasez de disfrute en el vínculo entre padres e hijos, que debería ser la esencia de la relación”, aseguró Shujman.
*Evitar que las emociones fluyan libremente: algunos padres taponan el libre fluido de las emociones de los hijos porque no saben cómo manejar la angustia de los niños.
*Falta de parentalidad compartida: los padres deben trabajar en conjunto y en bloque acompañando el crecimiento del niño, aunque estén separados.
Fuente: http://america.infobae.com