Cómo hacer la pizza que no engorda

Tiene algas marinas en lugar de sal, pimiento por jitomate y pollo a cambio de carnes frías.

Hasta inicios de la década de 1990, la pizza era un alimento poco común entre los mexicanos y su consumo estaba confinado a restaurantes italianos.

Hoy es parte de la mesa cotidiana: lo mismo acompaña partidos de soccer en la televisión que cenas románticas improvisadas o apresuradas comidas encima del teclado de la computadora.

Sin embargo, al igual que las hamburguesas, los burritos de microondas y buena parte de las frituras que se venden en la calle, sus contenidos nutricionales no suelen ser los mejores.

Al estar hecha con harina refinada, carnes frías y quesos con alto contenido de grasa (responsable de que se derrita), se le considera un alimento poco nutritivo, debido a su alto contenido en carbohidratos, grasas y sodio.

Siguiendo el refrán que dice “si no puedes vencer al enemigo, únete a él”, científicos en la universidad inglesa de Glasgow crearon una pizza nutricionalmente balanceada. Para ello, los investigadores en la Escuela de Medicina de la universidad, cambiaron algunos de los ingredientes tradicionales de la pizza para disminuir su contenido en grasas y sodio.

El primer paso fue usar un compuesto de algas marinas secas en lugar de sal para sazonar la masa, lo que disminuye el contenido de sodio e incrementa los contenidos de yodo y vitamina B12.

El siguiente paso fue agregar a la salsa de tomate pimiento molido, lo cual evita el uso de conservadores y sal adicional a la mezcla. El siguiente paso fue reemplazar las combinaciones de carnes frías con pollo asado o jamón y piña.

Finalmente, redujeron el contenido y tipo de queso, empleando uno con menor cantidad de grasa. No parecen modificaciones sustanciales, pero permiten balancear los contenidos nutricionales para que una pizza individual pueda aportar hasta una tercera parte de los requerimientos nutricionales de una persona.

Por el momento la pizza sólo comenzará a venderse congelada para su cocción en casa en Inglaterra, pero quizá en el mediano plazo, la pizza que ordenamos a casa los domingos por la tarde se convierta en una experiencia deliciosa y saludable.

Fuente: http://quo.mx/