Todos los días le dedico una de mis oraciones a Mark Zuckerberg. Qué aburrida era la vida cuando no existía Facebook. Y qué compleja para algunas cosas. Resulta que una cita a ciegas se convertía en una caja de Pandora. Hoy sólo se trata de indagar un poco en el perfil de Facebook del señor (o señora) en cuestión para saber qué es lo que hay.
En este post les toca a ellos. He aquí algunos tips para interpretar la foto de perfil del caballero en la mira. Las imágenes hablan por sí solas del candidato.
– Si “el elegido” se muestra en calzoncillos, en cueros o pinchando un chorizo con la parrilla atiborrada de achuras como telón de fondo, no pretendas luego que se te aparezca en smoking. No parece ser su estilo.
– Desconfiá del que seleccionó una foto en la que el protagonismo lo tienen anteojos de sol, sombreros y otros adminículos que tapan la cara. Eso no es fair play. Si su rostro está tan cubierto, algo ha de querer ocultar.
– El que posa frente a un auto caro o sobre una moto de alta cilindrada puede hacerlo por varias razones: porque es un fanfarrón, porque quiere simular que tiene dinero o porque sus atributos son inversamente proporcionales al tamaño del vehículo.
– Tremendo Complejo de Edipo suele acarrear el que se identifica con una instantánea de cuando era lactante. O peor aún, tiene una madre que, pese a que él ya tiene 40 años, insiste en llamarlo “bebé”.
– De la desprolijidad del sujeto habla la foto en la que se ve un brazo cortado de un amigo, familiar o señorita que lo estaba abrazando al momento de la captura. Si esa es su carta de presentación, mejor no imaginar lo que será el mazo.
– Un retrato a “lo Campanelli” con sobrinitos, primos de primos de cuñados y las mascotas de todos esperando las sobras de la comida, algo está haciendo saber. Si lo tuyo no es la “familia unita”, rajá.
– La foto pretenciosa de oficina con sillón de director o esa en la que él habla con su Iphone en pose Wall Street algo dicen de su snobismo. Si lo tuyo es el consumo y el poder, a por él.
– Poco se puede agregar al de la foto “descontrol”. Esa del señor que aparece en su perfil de Facebook succionando una lata de cerveza con tres mujeres colgadas de su cuello. No parece ser un buen partido más que para una noche de juerga.
Moraleja: las variables que ofrecen los caballeros en Facebook son tan surtidas como sus fotos. Tomate un minuto para analizarlas. O ganarás unas cuantas horas de lamentos.