Siempre presente en la alacena, aunque relegada a endulzar un té para calmar un dolor de garganta o un resfrío, desde hace unos años la miel se viene sofisticando y adaptándose a los nuevos tiempos que corren. Tiempos en los que los consumidores no perdieron el gusto por lo dulce, pero también buscan alimentarse sanamente. Y la miel no sólo es un edulcorante natural sino que, además, es rica en nutrientes, digestiva, reguladora del sistema nervioso, tiene antioxidantes, minerales, vitaminas y, por tener azúcares simples, se asimila con facilidad. Lejos quedó esa época en la que era un simple genérico: hoy en las góndolas encontramos cada vez más y mejores opciones.
Con más de 30.000 apicultores y varios millones de colmenas, el papel de la Argentina en el mercado de la miel es muy importante, ya que además de encontrarse dentro de los cinco principales productores a nivel mundial, es el segundo exportador global detrás de China, según un informe de este año del Ministerio de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación. Los motivos principales para que más del 90% de las 60.000 toneladas anuales de miel nacional se exporten son varios: la miel nacional cumple con los altos estándares de los países más exigentes, es reconocida internacionalmente por su excelente calidad y un dato no menor es que, mientras que un argentino consume apenas 200 gramos de miel al año, hay países como Alemania, Francia, Italia, Inglaterra y Estados Unidos que alcanzan -y en algunos casos hasta superan- el kilo por persona.
LAS NOVEDADES: CREMOSAS Y MONOFLORALES
Si bien el consumo de miel en la Argentina es bajo, esto está cambiando y de a poco los productores acompañan el interés del público creando nuevos productos para satisfacer todo tipo de necesidades. “Tradicionalmente existía miel líquida y sólida, pero ocurría que esta última no se podía consumir tan fácilmente por su estado. A partir de allí nos pusimos a investigar para desarrollar una alternativa y el resultado fue la miel cremosa”, explica Ricardo Parra, dueño de la empresa productora de mieles AGLH y responsable de la creación de la marca Estancia Las Quinas. “Gracias a un suave proceso de batido hasta alcanzar un punto exacto, logramos que la miel tenga una consistencia y cuerpo que puede ser mantenido en el tiempo. De esta forma se puede consumir y untar como si fuera un dulce de leche por ejemplo y evitar el goteo de la mieles líquidas”, subraya.
Además, en los últimos tiempos también llegaron al mercado las mieles monoflorales que, trazando un paralelo con el mundo del vino, vendrían a ser como los varietales. ¿Qué quiere decir esto? Que la mayoría de las mieles “estándar” se elaboran a partir del polen que las abejas extraen de muchas flores diferentes. Las monoflorales, en cambio, parten del polen de una solo tipo de flor, por ejemplo, flor de limón o de eucalipto.
Lo concreto es que cada miel tiene características únicas que la hacen diferente a todas las demás. Estas son algunas de las mejores que se consiguen a nivel local:
PUREST FIELDS CITRUS: para postres
Con tres opciones disponibles (Multiflora, Citrus y Orgánica), este joven emprendimiento ofrece productos de calidad a un excelente precio. Elegimos la variedad Citrus que tiene como característica la ubicación de las colmenas (próximas a plantaciones de naranjos, limoneros y pomelos) lo que le aporta un sutil sabor ácido y frutal. Es ideal para usarla en budines, tortas y preparaciones dulces que lleven ralladura de cítricos para potenciar ese sabor. Se las consigue en las ferias Buenos Aires Market a $15 el frasco de 250grs y cada vez en más lugares como Hierbabuena (Caseros 454, San Telmo) o el Mercado de Belgrano (Juramento y Ciudad de la Paz).
TERRASANA ETIQUETA NEGRA: para carnes
Es orgánica certificada y llega desde Cruz del Eje, en los montes de la provincia de Córdoba. A diferencia de sus variedades clásica y cremosa, esta miel es bastante más oscura y tiene un sabor intermedio, poco frutado y bastante acaramelado. Es perfecta para utilizar en piezas enteras de carne como puede ser una bondiola braseada o mezclarla con una buena mostaza de Dijón y marinar carnes para que se cocinen al horno. Se consigue en Buenos Aires Market.
PAMPA GOURMET CLÁSICA: para vinagretas
Desde el corazón de la llanura pampeana llega esta empresa que desde 2006 viene utilizando sus mieles para productos de su marca como aderezos, salsas y chutneys. La cremosa es algo suelta comparada al resto de las cremosas en el mercado, pero la clásica es la que marca la diferencia: de color intermedio, sabor balanceado y muy fresca, es una versión mejorada de las clásicas mieles multiflorales. Es ideal para usar en vinagretas y condimentar ensaladas de todo tipo. Se consigue en cualquier supermercado a unos $30 el frasco de 500 gamos.
EL MONACAL: para el té
Desde 1899 en Victoria, Entre Ríos, los monjes benedictinos elaboran con paciencia y sabiduría ancestral esta excelente miel, entre muchos otros productos (cervezas, quesos, dulces). Es suave, frutada y bastante aromática, ideal para endulzar jugos, infusiones o tés. No se consigue en supermercados pero sí en una larga lista de dietéticas. ¿Cuáles? Las podés consultar en su sitio web: www.monacal.com.ar. Cuesta $25 el frasco de 500 gramos.
ALMA PURA LÍQUIDA: para todo
Viene en un practiquísimo envase PET con pico antigoteo y es ideal, además de para evitar derrames y pegoteos, para ponerle “un chorrito” de miel a todo tipo de preparaciones: bebidas, budines, ensaladas, pancakes, yogures, frutas y hasta helados. Suave, perfumada y de sabor balanceado, se consigue en Jumbo a $25 los 420 gramos.
ALELUYA UNTABLE: para tostadas
Un clásico que todo consumidor de miel conoce. Fueron los primeros en introducir al mercado un pack diferente e innovador que logró sacar la miel de la cocina y llevarla a la mesa: la jarra. No cabe duda que conocen muy bien a su público y lo demuestran con un producto que todavía no tiene rival. Si la miel cremosa no es lo suficientemente firme, la miel untable lo será. Compacta, de sabor suave y bien perfumada, no mancha, no chorrea, no ensucia, es por demás sabrosa y el complemento ideal para las tostadas del desayuno. Se consigue en Supermercados Coto a $28,50 el frasco PET de 500 gramos.
EL DUENDE: para veganos
La miel de caña nada tiene que ver con las abejas sino que es en realidad el resultado de la cocción del jugo de la caña de azúcar. Muy líquida, bien oscura (casi negra) y de un sabor que si bien es dulce también se presenta con un dejo amargo y anisado al final, es ideal para veganos, vegetarianos y para quienes necesiten una dieta hipocalórica. Como resiste altas temperaturas se la puede usar tanto para endulzar bebidas como para cocinar. Llega desde la provincia de Misiones en frascos de vidrio de 250 cm3 y se consigue en Buenos Aires Market.
ESTANCIA LAS QUINAS: la reina de las mieles
Con ocho tipos de mieles diferentes entre las que encontramos clásicas, cremosas, monoflorales (Eucalipto, Algarrobo y Limón) y orgánicas, esta marca tiene la gama más amplia del mercado. Todas son excelentes pero para recomendar elegimos la ganadora del premio Biolmiel a la mejor miel orgánica certificada del mundo: la cremosa orgánica. Suave, delicada y muy aromática, es casi una herejía mezclarla con otros sabores, así que para apreciarla como corresponde, nada mejor que hacerlo directo de la cuchara o sobre una tostada de pan casero apenas tibio. Se consigue en dietéticas, supermercados y por supuesto en Buenos Aires Market a $25 el frasco de 500 gramos.
UN BRINDIS A BASE DE POLEN
Obtenida a partir de la fermentación de la miel, la hidromiel existe desde hace más de 5000 años y se dice que fue la primera bebida alcohólica consumida por el hombre. Dulce y untuosa, es ideal para reemplazar un licor al finalizar una comida o para combatir una noche de frío. La marca más conocida es El Viejo San Marcos, proveniente de la provincia de Córdoba que tiene tres variedades: seca, dulce y especiada. Se consigue en almacenes de productos regionales y en Mercado Libre a $50 la botella de 750cc.
Fuente: http://www.planetajoy.com