No son ni más ni menos que cicatrices
La buena noticia es que tienen tratamiento y, en general, no invasivos. Sin dudas, junto a la celulitis, son las que más dolores de cabeza acarrean. ¿Cómo terminar con ellas?
Las estrías son cicatrices que marcan nuestra piel y, habitualmente, son resultado del aumento o descenso brusco de peso. Blancas o rojizas, se instalan en la zona de las caderas, los pechos y la panza creando un efecto antiestético que nos genera más de un complejo… El efecto pareo, ¿te suena?
¿Se pueden “borrar”?
Los tratamientos para estrías son, en su mayoría, no invasivos ya que el único método invasivo es la remoción secundaria de piel en una cirugía de lifting corporal que, al retirar el excedente de piel, haga desaparecer algunas estrías.
Los tratamientos más comunes para las estrías se clasifican según se trate de estrías nuevas (que son las rojo vinosas) y las estrías viejas (que son las blanco nacaradas). Las estrías rojas son las más fáciles de tratar ya que son recientes, se producen durante el embarazo, en la etapa de la pubertad, o por los cambios en la balanza. Cuando todavía están rojas quiere decir que hay circulación sanguínea en ellas, entonces con peelings, mesoterapia rica en vitaminas y carboxiterapia las podemos inclusive “borrar” o atenuar al punto de volverlas casi invisibles.
Cuando ya están blanco nacaradas significa que ya se consolidó la cicatriz. No nos olvidemos que las estrías son eso, cicatrices que se provocan por ruptura de las fibras de colágeno. En esos casos, los tratamientos son más largos y en base a la mesoterapia, los peeling fuertes y la carboxiterapia.
Los resultados varían en cada paciente, pero a grandes rasgos podemos decir que las blanco nacaradas disminuyen en un 70% y las otras pueden, en muchos casos, desaparecer o disminuir su tamaño al punto de volverlas imperceptibles.
En casa, ¿podemos hacer algo?
El uso de cremas ricas en vitaminas y en ácidos es un buen complemento para ayudar en el proceso de atenuación de las estrías pero es muy importante no sólo recurrir a ellas. Es necesario el tratamiento médico previo ya que se necesita decapar la piel para que esas cremas penetren con mayor facilidad. Por otro lado, el cuidado médico domiciliario consiste en ir variando las cremas según la concentración de ácidos en la composición de la crema, primero en concentraciones más altas y luego en concentraciones bajas, además de agregar factores reepitelizantes.
Los masajes bruscos o reductores no son recomendables para el tratamiento de las estrías ya que pueden dañar aún más la piel. El masaje para este tipo de casos es el clásico circular con la crema recomendada y que lo realice la propia paciente en su casa.
Cómo prevenir su aparición
Las distintas formas de prevenir las estrías se basan en mantener el peso adecuado, no hacer dietas extremas, ni aumentar de peso con el famoso efecto sube y baja y la hidratación diaria de la piel con cremas ricas en vitamina A y urea.
Durante el embarazo también se pueden prevenir. Bien sabido es que aumentar mucho de peso no sólo le puede hacer mal a la mamá, sino también al bebé. Las estrías se pueden evitar controlando la balanza, con el uso de cremas específicas y peelings permitidos durante este período.
Durante el post parto inmediato, se trabaja sólo con tratamientos a nivel dérmico, peelings, drenaje linfático y cremas de uso domiciliario. Si la mamá no está amamantando o ya dejó el periodo de lactancia, se puede recurrir a la mesoterapia, con sustancias reepitelizantes y carboxiterapia.
¡Chau mitos!
Hacer actividad física no es sinónimo de estrías. Sí puede pasar que en algunos pacientes -generalmente hombres- que consumen hormonas, frecuentemente recetadas en los propios gimnasios y no por médicos, provocan un aumento excesivo de tejido muscular que no puede ser acompañado por la piel debido a la velocidad. Entonces es ahí en donde se provoca la estría por estiramiento