Es frecuente que a los hombres, tras un episodio en el que no han conseguido una erección, los invada el temor y la ansiedad. Luego, las dudas se apoderan del momento de la intimidad y por desgracia vuelve a suceder.
Así comienza una carrera probando todo tipo de remedios caseros y consumiendo sildenafil (viagra) sin prescripción, pero el problema perdura.
La confianza se va debilitando con cada nuevo intento fallido. Y es entonces que de manera más consciente se preguntan “¿soy impotente?”.
Ese término es muy poco adecuado para describir el problema, dado que la que se ve afectada es solamente la erección. En la clínica se llama disfunción eréctil, es decir, que es posible que el hombre no pueda conseguir erección alguna o que la consiga sólo en forma parcial.
¿Es posible curarse?
Como experta recomiendo una consulta con un profesional para iniciar el tratamiento adecuado lo antes posible. De esta forma, se comprobará que el problema no se haga crónico y que con algunas consultas se pueda revertir.
Si el hombre ya lleva tiempo con el problema, también puede modificarlo, los lapsos promedio son entre 6 y 12 meses.
Fuente: http://sexualidad.blog.terra.com.ar