No sólo las palabras elegidas deben ser las correctas. Aunque no lo creas, incluso el lugar donde se sentarán a hablar, debe ser elegido con pinzas, para evitar que tu pasado te condene.
Ubicación: elegir una ubicación neutral pero privada donde tú y tu pareja pueden hablar de sus pasados sexuales sin preocuparse de otras personas en el alrededor. No escojas tu casa para tener esta conversación. Hablando en la casa de uno podría dar la ventaja de sentirse más cómodo que la otra persona, así que se debe buscar una tierra común. También debes asegurarte de que la ubicación que eliges sea libre de cualquier interrupción. Apagar los celulares y antes de sentarse a conversar, asegurarse que ninguno de los dos tiene otro compromiso que podría cortar de manera prematura la conversación.
Como introducir la conversación: puede ser difícil introducir el tema del pasado sexual y quizás te ayude comenzar con una conversación más general del sexo. Podrían conversar de cómo sus papas manejaban el tema de la sexualidad, o compartir sus primeras experiencias sexuales o sus primeros besos. Temas como estos sirven para introducir lentamente los temas más íntimos, porque ya están en la onda de divulgar información privada. Cuando comienzas a introducir el tema podría ayudar también enfatizar que quieres hablar de sus pasados sexuales, para que ambos puedan sentirse relajados y confiar en que van a disfrutar de una relación segura. De esta manera tu pareja sentirá que estás preocupada por su salud también y no como si la conversación fuera una interrogación. Igualmente, comenzando la conversación compartiendo tu pasado sexual podría mostrar a tu pareja que te sientes cómoda discutiendo tu pasado sexual y darle a él la confianza para hablar sobre el suyo.
Tomar en cuenta cómo se siente tu pareja: debes considerar como le va a afectar a tu pareja tus preguntas y revelaciones propias. A veces la gente cree que la honestidad completa es muestra de una relación sólida y estable, pero hay que balancear la honestidad con el amor y la empatía y considerar el impacto de los detalles que divulgas, sobre tu pareja y tu relación. Los detalles más íntimos de relaciones anteriores a veces son mejor guardados para tí misma. Así también debes saber tus parámetros y si no te sientes cómoda para contestar una pregunta, mejor que no le preguntas de tu pareja tampoco.
Sea honesta: si tienes una enfermedad sexual o has tenido una en el pasado debes decirlo. Compartir esta información podría ser desconcertante pero es mejor plantear aunque sea tímidamente esta conversación, que no tenerla.
No presumir ni juzgar: el número de parejas que un hombre ha tenido no implica que él va a ser infiel. Cada relación es distinta, agradece que tu pareja esté siendo honesta y no lo juzgues por su pasado.
Mirar al futuro: una vez que han cubierto todos los aspectos de esta conversación, cambia el foco al futuro de su relación. Podrías decir algo como ‘aunque me interesa saber de tu pasado sexual estoy mucho más interesada en nuestro futuro sexual. Aparte de practicar mucho, espero poder hablar honestamente de lo que es importante para nosotros, las cosas que nos gustan y las nuevas que queremos probar». Mientras que es natural e importante tener un interés en el pasado de tu pareja, la meta final es construir un futuro que puede ser mutualmente satisfactorio y agradable.
Fuente: http://revistamujeres.cl/