Un reptil de cuatro metros que era alimentado desde hacía 20 años por los habitantes de Port Bradshaw, Australia, devoró a un nene de 9 años que nadaba junto a su familia. «Era muy mayor y lo cuidaban. De vez en cuando le tiraban alimento o le dejaban peces muertos», declaró un policía.
La Policía australiana anunció el fin de la búsqueda emprendida para encontrar a un niño de 9 años devorado por un cocodrilo de cuatro metros, este fin de semana en el norte de Australia.
El niño, perteneciente a la comunidad aborigen, nadaba en una corriente de agua con sus familiares el sábado en Port Bradshaw, a 80 kilómetros al sur de Nhulunbuy en el territorio norte, cuando se lo llevó el reptil.
Los familiares que lo acompañaban intentaron salvarlo desesperadamente intentando alcanzarlo con sus lanzas, pero el cocodrilo se llevó al niño a aguas más profundas. El depredador y su presa no volvieron nunca a la superficie.
La policía del territorio del norte lamentó la buena situación en la que vivía el cocodrilo, ya que los habitantes locales lo alimentaban desde hacía 20 años. «El cocodrilo era muy mayor y los habitantes lo cuidaban. De vez en cuando le tiraban alimentos o le dejaban peces muertos», declaró un portavoz de la Policía.
Se trata del segundo ataque de este tipo en poco tiempo en Australia. Hace dos semanas, una niña de siete años desapareció cerca de un pozo de agua en una región aislada del mismo territorio del Norte. La Policía localizó un cocodrilo de tres metros de largo, que fue abatido. Su captura permitió encontrar restos humanos dentro de su estómago.