La seguridad es un aspecto que los chinos cuidan mucho cuando se trata de grandes eventos y dar acogida a turistas internacionales. Sin embargo algunas medidas parecen extremas e innecesarias.
En la ciudad de Nanchang, provincia de Jiangxi, los funcionarios locales instalaron jaulas en la calle, donde los indigentes fueron encerrados. Esta decisión se tomo con el objetivo de proteger a los visitantes a un tradicional evento religioso que se lleva a cabo en esa ciudad.
Muchos califican esta manera de garantizar la seguridad como francamente horrible y poco sensible ante las necesidades humanas.
Incluso los enjaulados indigentes, tienen bandejas donde los transeúntes pueden dejarles dinero o tal vez algo de comer.
El trato que reciben estas personas en extrema pobreza no es digno y sólo es comparable con el que reciben miles de animales maltratados alrededor del mundo.
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