La Iglesia católica polaca criticó las prácticas que tienen lugar durante la tradicional fiesta, celebrada en la noche del 31 de octubre, a las que calificó de«satanismo»
Según la Iglesia polaca, la fiesta de Halloween «es el resultado de la propagación del ocultismo y la magia«.
Esta tradición «tiene sus raíces en el culto pagano a los espíritus y a un dios celta de la muerte. Anton Lavey, el fundador del satanismo moderno, manifestó que la noche del 31 octubre al 1º de noviembre se da la gran fiesta luciferina en la que se celebranviolentos actos ocultistas, y la Iglesia condena abiertamente tales prácticas», reza el mensaje publicado en la página web de la archidiócesis de Varsovia.
«Con el pretexto de diversión, invitan a niños, jóvenes y adultos a practicar el ocultismo, que está en contradicción con las enseñanzas de la Iglesia y la vocación del cristiano», insiste la institución.