Al momento que alumnos y alumnas cursan el nivel secundario, es cuando comienzan a tener mayor cercanía y contacto con la literatura. En general, suelen tener a la literatura como una asignatura dentro de su currícula, donde comienzan a leer a los principales autores y sus obras más importantes e influyentes.
Sin embargo, y más allá de que se les ofrezca a los jóvenes conocer obras literarias históricas y clásicas, también es necesario ofrecerles contenidos con los que tengan mayor facilidad, y con los que puedan identificarse en ese momento de sus vidas. De esa manera, los alumnos y alumnas pueden encontrar en la lectura un mayor interés.
En este sentido, la literatura juvenil se presenta como una gran oportunidad para fomentar la práctica de la lectura entre jóvenes y adolescentes. Se trata no sólo de generar un ejercicio lúdico y didáctico, sino también de fomentar su pensamiento crítico. Sobre ello, la enseñanza de la literatura a través de su sistematización en las escuelas contribuye a formación de lectores críticos.
¿A qué se le considera literatura juvenil? ¿Cuáles son las características de este género?
Son muchas las características que distinguen y definen a la literatura juvenil como tal, cuyos principales destinatarios son los alumnos y alumnas de nivel secundario. En principio, este tipo de literatura tiene un léxico adaptado y adecuado para que pueda ser comprendido fácilmente por personas de ese rango etario. Muchas veces los clásicos de la literatura contienen léxicos todavía poco entendibles o poco familiares para los jóvenes, lo que hace dificultosa la lectura.
Sin embargo, adecuar este léxico no quiere decir que se empleen palabras muy básicas o elementales, sino que se trata de ir variando de forma gradual, de modo que la incorporación del vocabulario sea progresiva.
Otra de las características de este tipo de literatura es en cuanto a su contenido. Este tipo de obras buscan influir en la vida de los jóvenes, y suele mostrar conflictos propios de sus edades o mostrar protagonistas y personajes literarios jóvenes en el centro de sus tramas. El libro “Los Ojos del Perro Siberiano”, por ejemplo, es un gran exponente de ello, y suele ofrecerse a los jóvenes en las materias de literatura durante la educación secundaria.
Como dijimos antes, la ayuda en la formación del pensamiento crítico de los jóvenes es otro rasgo fundamental. En la educación secundaria suelen ofrecerse diferentes obras literarias y luego se proponen distintos tipos de trabajos, con actividades y análisis post lecturas. En este punto, se busca que los alumnos puedan lograr una óptima comprensión lectora.
Por último, podemos decir que las obras de literatura juvenil buscan expandir las mentes de sus destinatarios. Estas deben tratar diferentes temas, y abordarlos desde distintos puntos de vista, de modo que puedan expandir sus formas y perspectivas de ver el mundo y sus circunstancias. Los libros deben eliminar todo tipo de tabúes y con total estética y elaboración artística llegar a los jóvenes para conocer otras realidades.
Está claro que este tipo de literatura suele considerarse como “de transición” hacia la vida adulta, y hacia lecturas del mundo adulto. De a poco los jóvenes incorporaran léxicos y contenidos, para luego estar preparados a otro tipo de lecturas que requerirán de aun más reflexión.