“Pomba-Gira ha matado a una persona”. Así, en referencia a la diosa umbanda, habría comenzado el relato Lucrecia Ledesma a una amiga, quien sería de nombre Yolanda, a quien la había convocado para reunirse en un bar de una estación de servicios del norte de la ciudad capital, a donde se habrían reunido los cinco presuntos asesinos de la maestra jardinera, Leda Fabiana Raimundi Corral (43 años y quien residía en el barrio Juramento), tras concretar el crimen.
Pomba-Gira, es la parte femenina de la divinidad del amor, Exú, que entre otras características, “también se encarga de sacar brujerías, cortar trabajos de magia, limpiar, abrir los caminos y combatir contra espíritus no evolucionados”.
Yolanda ya habría brindado su testimonio en la Comisaría Tercera, a cargo de la investigación del homicidio, donde la madre de la víctima radicó la denuncia por su desaparición, y sería la sexta persona que tuvo conocimiento del brutal hecho, de acuerdo con las investigaciones policiales y judiciales.
El encuentro se habría realizado en el bar, momentos después del crimen. Yolanda, quien asistiría a las reuniones de umbandismo y sería comadre de Lucrecia, escuchó la madrugada del viernes a quien se hace llamar “Mae”, aunque de acuerdo con un nutrido grupo de umbandistas santiagueños no estaría registrada como tal.
Su testimonio habría corroborado las averiguaciones de los investigadores y lo que habrían contado los cinco sospechosos sobre cómo sucedieron los hechos. De acuerdo con esto, la Justicia habría podido realizar una secuencia del homicidio.
Se sabe que la docente habría solicitado la presencia de su ex pareja y remisero, Mario Rojas (37 y vecino del barrio Los Flores), en Belgrano y Alsina, el jueves pasado, alrededor de las 18.
Desde allí se habrían dirigido hasta el Iosep, donde la víctima compró órdenes para hacerse examinar el hombro con un médico, donde tenía una molestia. Como no encontró turno con el profesional, continuó viaje con el remisero hasta distintos comercios de Santiago y La Banda, donde compró regalos por el Día del Padre.
Personal de distintas dependencias, a cargo de la investigación, sospechan que, a la noche, se trasladaron hasta Boca del Tigre, en la zona norte.
El remís de Rojas habría ingresado unos 50 metros en el predio del Golf Club, donde el conductor giró el vehículo para quedar mirando hacia la Costanera.
Momentos después, por el mismo camino, ingresó otro remís de la misma empresa. En el rodado se habrían conducido Guillermo “Turco” Pereyra, su pareja, Lucrecia Ledesma y el hijo de ésta, Luis Ledesma (18), y un vecino, Gabriel Brandán, todos serían integrantes de un grupo umbanda.
Rojas los habría convocado al lugar a través de un mensaje de texto. Aunque antes, habían pasado por una farmacia donde compraron dos jeringas, sedantes y un par de guantes de látex.
Los cuatro descendieron del rodado y apenas se acercaron al remís de Rojas, Brandán le habría propinado un violento golpe de puño en el rostro a Fabiana. Casi inmediatamente, le aplicaron dos inyectables, que la dejaron casi desmayada. Así habría sido trasladada al asiento trasero y Luis Ledesma y Brandán se sentaron a ambos costados de la mujer.
La víctima habría ofrecido resistencia a pesar de su condición y fue golpeada en ambos costados de la zona abdominal, mientras la sostenían de los brazos. También le colocaron una rejilla en la boca para que no gritara. Así habría sido trasladada hasta un desolado camino de Villa Robles, alrededor de la medianoche.
Los investigadores aún no pudieron establecer dónde la estrangularon: si en el camino o en el lugar donde fue encontrada sin vida y desmembrada.
Se sospecha que Lucrecia Ledesma también le habría clavado un cuchillo en el cuello. Luego, la cortaron los pechos y el brazo derecho, además de arrancarle las partes blandas del rostro y hasta la cabellera.
Una de las hipótesis es que los cinco sospechosos comieron los restos que arrancaron de la víctima, quien fue hallada el viernes a la mañana.
Fuente: http://www.elliberal.com.ar