Culturas milenarias han estudiado los efectos positivos de la meditación, la importancia de silenciar la mente y encontrar un balance entre nuestro interior y el mundo que nos rodea, sin embargo, dichas técnicas pocas veces pueden ser aplicadas a la agitada realidad en que vivimos. Siempre estamos de prisa, pocas horas al día podemos dedicar a nuestro bienestar y somos esclavos de nuestros teléfonos, el Internet y la televisión, pero… ¡te tengo buenas noticias!, puedes encontrar espacios en tu día a día para incorporar técnicas simples de meditación que beneficiarán tu vida en todos los sentidos.
Seguramente te estarás preguntando ¿qué es la meditación? y ¿qué puede hacer por ti? y no te culpo, antes de conocer sus fantásticos efectos y lo fácil que es incorporarla a tu vida diaria, yo pensaba que era algo lejano y casi inexplicable. En una simple sesión de meditación comenzamos por encontrar un espacio cómodo donde podamos poner nuestra mente en silencio; hacemos conciencia de nuestra respiración y, concentrándonos en ella, intentamos alargar la duración de nuestra inhalación y exhalación; una vez que logramos calmar nuestros pensamientos, utilizamos una palabra «Mantra» que nos produzca tranquilidad, un ejemplo: «PAZ», «MAR», «AMOR» y la repetimos constantemente en nuestra mente hasta que podamos encontrar calma, este proceso puede tardar de 3 a 10 minutos y, entre más lo practicas, más rápido encontrarás el silenciar tu mente.
Este tipo de prácticas tiene grandes beneficios, además de reducir el estrés, disminuyen el riesgo de problemas cardíacos y controlan la presión sanguínea, eso sin mencionar que te ayudará con la concentración y verás un gran cambio en el control de tus emociones. Pero, ¿cómo incluirlas en tu vida diaria si pasamos la mayoría de nuestro día en el trabajo y en el embotellamiento camino a la oficina o de regreso a casa?
Precisamente son estos los lugares donde podemos poner en práctica la meditación, por ejemplo:
-En el metro o transporte público:
Aprovecha tu ruta de camino a la oficina o de regreso a casa para poner en práctica la meditación, aprende a silenciar las distracciones externas y concéntrate en ti y tu mundo personal. Deja atrás la preocupaciones y dedícale tu pensamiento al «AQUÍ Y AHORA». Si vas en camino al trabajo, visualiza un día de éxito y triunfo; si vas de regreso, olvida las preocupaciones y concéntrate en estabilizar tus energías para llegar a tu hogar, tu santuario.
-En la oficina:
Utiliza 5 a 10 minutos de tu almuerzo, de ser posible antes de comer, para silenciar tu mente y canalizar toda tu energía en ti. Si tienes un parque cerca, aprovecha para entrar en contacto con la naturaleza, si tienes una ventana con bonita vista, siéntate frente a ella a meditar pero, si solo tienes un pequeño cubículo;, bájale el volumen a tu teléfono y regálate tiempo para centrar tu mente.
Haz pequeñas modificaciones en tu espacio laboral, como cambiar tu protector de pantalla de la computadora por una imagen que te produzca paz, asegúrate de tener en tus teléfonos un sonido de alarma que en vez de crear ansiedad te dé tranquilidad, incluye flores, y de ser posible, música en tu oficina. Aprovecha esta práctica siempre que te sea posible y recuerda que solo en la medida que estés en control de tu vida y tu presente, puedes construir un mejor futuro.
No puedo encontrar mejor manera de cerrar este blog que con esta frase famosa del Dalai Lama:
«Lo que más me sorprende de la humanidad son los seres humanos, sacrifican su salud para conseguir dinero, luego sacrifican su dinero para recuperar la salud, y después, están ansiosos por el futuro, y por ello, no disfrutan el presente.»
Fuente: http://ar.mujer.yahoo.com