Consumir determinados alimentos desde niños puede determinar nuestro tipo de alimentación.
El agua podría cambiar la forma en que comemos, esa es la conclusión de dos investigaciones, una realizada por Bettina T. Cornwell, de la Universidad de Oregon y otra por Anna R. McAlister de la Universidad Estatal de Michigan.
En una de las investigaciones se trabajó con 60 jóvenes de entre 19 y 23 años de Estados Unidos, sobre la relación entre alimentos y bebidas.
En el segundo, se analizaron 75 niños en Estados Unidos, para determinar el papel de las bebidas y el consumo de vegetales.
Para llegar a estos resultados, los niños en edad preescolar fueron puestos a prueba durante varios días y diferentes escenarios relacionados con bebidas que se sirven con verduras. Los participantes mayores estuvieron a favor de la combinación de refresco con alimentos salados, en lugar de refresco y las verduras. En cambio los niños comían más vegetales crudos cuando se acompañaban con agua, en vez de elegir una bebida azucarada.
Ambas investigaciones concluyeron que el educar al paladar desde niños nos puede cambiar el gusto por cierto tipo de alimentos.
Nuestros gustos y preferencias están fuertemente influenciados por la exposición repetida a alimentos específicos y bebidas», dijo Cornwell.
McAlister considera que este cambio de dieta ayudaría a resolver el creciente problema obesidad, y con ellos las enfermedades crónicas como la diabetes e hipertensión.
Fuente: http://quo.mx/