Cerró los ojos y apretó fuerte los dientes. Se acabó el maleficio. Luego de perder sus primeras cuatro finales de Grand Slam, el británco Andy Murray rompió con una historia que hasta hoy sólo era de derrotas. Le ganó a Novak Djokovic por 7-6, 7-5, 2-6, 3-6 y 6-2 y se quedó con el US Open 2012, en un partido electrizante que duró casi cinco horas.
Fue una lucha tenística y técnica, pero más que nada se trató del lado emocional. Al final, Murray fue puro coraje y le ganó la batalla anímica al dos del mundo.
El último Grand Slam obtenido por Gran Bretaña fue el de Fred Perry, el 10 de septiembre de 1933, también en el US Open. Un torneo festejado por una nación entera. La historia, aunque parezca increíble, resultó igual a la de su entrenador, Ivan Lendl: ambos conquistaron la gloria en el quinto intento.
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