Ser ama de casa es el rol que casi todas las mujeres desempeñarán en un determinado y prolongado periodo de su vida. Esta profesión sin título es quizá una de las más demandantes, pues ser mamá es un trabajo de 24 horas al día.
Y es que las amas de casa tienen no sólo que cuidar de sus hijos y esposo, sino manejar las finanzas de la familia, tener en orden la casa, asistir a cuanto evento de sus pequeños se requiera, así como de su pareja; pensar qué cocinar día a día y por si fuera poco, salir a trabajar… ¡Ah! Y procurarse ellas mismas.
Es en esta ardua rutina diaria que el nivel de estrés de las amas de casa se va elevando; muchas veces ocasionando severos problemas tanto en la convivencia con su familia y pareja, así como con las demás personas, como se muestra en el siguiente video, en el que unas amas de casa mientras están realizando sus compras en un supermercado, comienzan a pelear por un producto, terminando en el piso.
Para saber manejar ese estrés acumulado y encontrar un balance en su vida, De10.mx, con información de enplenitud.com, mundodemama.com y dinerodesdetuordenador.blogspot.mx, enlista algunos consejos prácticos.
Tiempo para ti. Es verdad que tu familia es sumamente importante y que debes estar al pendiente de ella, pero si tú no estás bien contigo misma, no podrás dar lo mejor de ti. Así que entre todas esas ocupaciones diarias con las que tiene que lidiar, también tienes que hacer un espacio para tu persona, en la que puedas realizar alguna actividad que haga sentir bien, podría ser un prologado baño, ir a la estética, ir al centro comercial aunque no compres nada, tomar un café con una amiga…
Música y lectura. Podrías aprovechar tus trayectos de viaje para escuchar música tranquila o que a ti te agrade, para sentirte feliz y liberar el estrés. La lectura también te puede ayudar, pues tu mente se encontrará ocupada y libre de tensiones.
Respiración abdominal profunda. Esta técnica de respiración te brindará efectos relajantes. Respira con profundidad a través de la nariz, empujando el ombligo hacia el abdomen, aguantando la posición y la respiración por unos segundos, y luego exhala con lentitud. Repite esta acción cuando te sientas tensa.
Ejercicio. Las actividades deportivas siempre ofrecerán múltiples beneficios al cuerpo y la mente. Debido a que no tienes mucho tiempo libre, podrías realiza un caminata de 15 minutos por el vecindario, usar las escaleras en lugar del ascensor, e ir a hacer las compras menores a pie.
Participación familiar. Los deberes de la casa no sólo deben recaer el ti, así que puedes comenzar ha indicarles a los miembros de la familia cuáles serán sus tareas a hacer. En un principio tal vez los niños no harán correctamente las cosas, pero con el paso del tiempo y tu apoyo ellos podrán encargarse de sus propias cosas, situación que te liberará un poco y al mismo tiempo les enseñarás a ser responsables.
Come saludable. Es verdad que muchas veces por las prisas tú te descuidas y comes rápido o cualquier cosa. Recuerda que la alimentación es básica para poder sentirte bien; además, hay comidas que favorecen la relajación y alimentos que incrementan los niveles de estrés. Debes nivelar tu consumo de azúcares y proteínas e incluir proporciones de frutas y vegetales. Prestar algo de atención a la dieta y haz los cambios necesarios para mejorarla.
Amistades. Para un ama de casa es importante tener amigas en las que puedan confiar y con las que puedan platicar acerca de sus problemas. Siempre es bueno tener una oreja dispuesta a escuchar y alguien que ofrezca apoyo incondicional.
Tener sentido del humor. A pesar de que muchas son las responsabilidades que de ti dependen, incluyendo la educación de tus hijos, es bueno que no adoptes ser la mala del cuento; pues tus hijos en vez de tenerte respeto te tendrán miedo. Además la risa es una de las mejores maneras de liberar el estrés y las presiones, así que pasar un momento agradable con tu familia les ayudará a todos.
Aprende a reconocer cuando viene la descarga. Hay veces que es inevitable explotar, pero lo mejor es saber identificar los síntomas para tomar las medidas necesarias. Es muy probable que tu cuerpo comience a dar señales como la ansiedad, tensión, nerviosismo, preocupación excesiva, temor, irritabilidad, enojo, susceptibilidad, ira o incluso depresión, desilusión, tristeza, apatía, excesiva culpa e incapacidad para disfrutar de los momentos entre otras. Estas señales son básicas, y al sentirlas es mejor detenerte en lo que estés haciendo y reflexiona por cinco minutos, incluso alejarte para que pase ese momento.
Buscar ayuda. Si sientes que la situación te está rebasando y que ya afecta tu salud y vida diaria, lo mejor es acudir con especialista, quien te puede ayudar a manejar esa etapa de tu vida.
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